Una futura familia en un pasado roto

Algunos Lans no son tan malos.

Wei Ying y el resto se enfrentan a los ancianos de Lan después de que termina la batalla. Xiang Xichen no necesita más sorpresas, muchas gracias. Ya nada sorprende a Wen Ning.

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Se enfrentaron: Wei Ying, Xiang Zhan, Xiang Xichen y Nie Mingjue por un lado, y Lan Qiren, su nuevo heredero de la secta, y un puñado de ancianos amargados por el otro. Entre ellos yacía el cuerpo sin cabeza de Wen Xu. La sangre empapó el suelo, el follaje y los escalones de piedra. El olor metálico de la muerte flotaba pesado en el aire, casi tan pesado como la incomodidad en los rostros del clan Lan.

"Gran maestro Lan, Lan Guiying, estimados ancianos" saludó Nie Mingjue con más aplomo político de lo que Wei Ying pensó que merecían.

"¿Quién es Lan Guiying?" susurró a su a-Zhan.

"El padre de Jingyi, mi primo lejano".

Oh. Bueno, okay, se merecía cortesía por tener un hijo tan bueno.

"Él es el nuevo heredero de la secta" agregó Xichen-ge.

"Pobre tipo" susurró Wei Ying, y su cuñado escondió una risa detrás de la manga de su túnica Nie.

"Líder de la secta Nie" saludó Qiren a cambio. "La secta Lan te agradece tu ayuda". Sus ojos ámbar se posaron en sus sobrinos y Wei Ying, las líneas entre sus cejas se hicieron más profundas. "¿Puedo preguntarte cómo supiste sobre el ataque de Wen en Cloud Recesses?"

Mingjue se lamió los labios como si ocultara un ceño fruncido de decepción. “Recibimos un mensaje de Wen Qing, un sanador de la Montaña Dafan. Nos advirtió que Wen Ruohan y Wen Xu querían darle una lección a la secta Lan. Aparentemente, ese idiota arrogante sintió que le estabas ocultando algo. Espero que las lesiones o los daños no hayan sido demasiado graves”.

Los ancianos murmuraron entre ellos mientras Qiren masticaba sus pensamientos. Lan Guiying dio un paso adelante. "Desafortunadamente, Wen logró quemar la biblioteca, aunque tenemos copias de los contenidos gracias a la previsión de mis primos". Se enfrentó a ellos y se inclinó. Un par de ancianos siguieron su ejemplo mientras Qiren tiraba de su barba. “Xichen, Wangji, lamento informarles de la muerte de su padre. Se negó a abandonar el aislamiento durante el ataque y varios Wen lo atacaron antes de que pudiera llegar la ayuda”.

Wei Ying tomó la mano de Xiang Zhan y le dio un suave apretón. Su esposo le devolvió el apretón. Era demasiado tarde. Tal vez, algunas cosas estaban escritas en piedra.

"También perdimos algunos ancianos, pero por lo demás nuestras bajas fueron pocas. Aunque varios de nuestros cultivadores tienen heridas de las que recuperarse. Todos ustedes tienen la eterna gratitud de Gusu Lan. Sin ti, hubiéramos perdido mucho más” Se inclinó profundamente de nuevo. Esta vez, incluso los ancianos más obstinados se inclinaron.

Lan Guiyang se hizo a un lado e hizo un gesto con la mano. "Por favor, todos ustedes, acepten nuestra hospitalidad por la noche".

Un anciano particularmente parecido a un limón fanfarroneó y susurró sus objeciones a lo que Lan Qiren dio una respuesta igualmente acalorada. Finalmente, los ancianos se hicieron a un lado, gruñendo como un montón de cabras ácidas.

Xiang Zhan no se movió y Xiang Xichen vaciló.

Wei Ying dio un paso adelante. Hizo una reverencia al nuevo líder de Lan. “Gracias por su amable oferta, líder de la secta Guiyang, pero necesito la ayuda de mi esposo y mi cuñado en Caiyi. Deseamos asegurarnos de que ningún soldado Wen se esconda allí o cause problemas a los civiles”.

El fuego en los ojos de Lan Qiren no lo quemó. Si el hombre quería decirle algo a él o a los hermanos Xiang, podía dirigirse a ellos directamente. Hasta entonces, no iba a dejar que las cabras balando les hicieran daño.