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Win 24 años

Me gusta esta sensación de calidez que produce el cuerpo de Bright.

Es raro porque sus manos son frías, pero el resto de su cuerpo es confortable y caliente. Aún así me gusta sentir como sostiene mi mano y el frío de sus manos hace contraste con las mías mientras que el resto de su cuerpo emana un calor reconfortable.

Después de ducharme me preparó algo ligero de cenar, él también comió un poco y me prestó un cepillo de dientes nuevo que tenía de repuesto.

Realmente no bastaron palabras desde la cena hasta que nos acostamos en la cama, parecía que hasta nos comunicamos por la mirada y sabemos exactamente qué es lo que el otro quiere.

—Me gusta el lunar que tienes en el cuello. - dice Bright y siento su respiración en mi cuello cerca de mi nuca, justo en esa área sensible que me hace cosquillas.

—¿Qué lunar? - pregunto.

Claro que sé de qué lunar está hablando, solamente quiero que toque esa área que menciona.

—Este, justo aquí. - susurra y siento sus manos sobre mi piel.

Me estremecí un poco ante su tacto, sin embargo deseo más, mucho más.

—No sabía que lo tenía, no suelo verlo cuando me miro al espejo.

—Estás mintiendo, sólo quieres que te toque.

Creo que he sido descubierto, pero no voy a dejar que sepa que he perdido.

—¿Por qué insinuas tal cosa?

—Porque eres muy fácil de leer, y muy malo mintiendo.

Rio ligeramente, al menos lo intenté. Quiero decirle sin que suene vulgar que siga tocando, me gusta que toque esa área, y si quiere puede tocar más que eso.

Mi intención no es sonar vulgar, simplemente quiero sentir sus manos en mi piel y es todo.

—¿Entonces seguirás haciéndolo? - pregunto en un susurro.

Aunque estoy de espaldas contra él y no puedo ver su rostro, estoy seguro de que ahora una sonrisa adorna su cara haciéndolo lucir más guapo.

—¿Haciendo qué?

Sé que sabe, y él sabe que yo sé, pero recientemente estamos descubrimos que si nunca decimos lo que queremos directamente entonces nunca pasará.

Es por eso que siempre hay que decir lo que quieres, quien sabe, probablemente de cumpla.

Y yo quiero a Bright Vachirawit.

—Tocando. - respondo.

—¿Tocando qué? - siento su aliento en mi nuca, acaba de reírse.

Quizás piensa que voy a molestarme por lo que está haciendo, y es que retira su mano de mi nuca. Pero lo que no sabe es que eso sólo me hace sentir feliz, porque sé que tengo junto a mí al Bright que siempre desee conocer. Bromista, atrevido, seguro, feliz. No el Bright que conocí en la iglesia que llegaba con golpes en la cara y se veía triste y apagado, ese Bright no me gustaba.

—¿Vas a seguir tocandome? Quiero que lo sigas haciendo. - digo sin pena.

—¿Tú harás lo mismo? Tocarme.

—Si tú quieres.

—Sí quiero, por favor. - se apega más a mí hundiendo casi todo su rostro en mi cuello.

Me rio un poco porque literalmente hace que me voltee para quedar frente a él y toma mis manos para ponerlas en su rostro y después bajarlas a su pecho hasta llegar a su cintura y que hiciera que lo rodeara con mis brazos.

Infierno | BrightWin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora