20 AÑOS ANTES.
El pequeño Park Jimin se encontraba en los brazos de su madre Park Chaerin llorando, esta lo sujetaba con fuerza, besando su cabeza repetidas veces para intentar tranquilizarlo. Su aliento iba rápido mientras corría desesperadamente por la banqueta, sus pasos sonando fuerte cada que pisaba algún charco de agua e intentaba tapar al pequeño rubio que lloraba desconsoladamente.
Intentó cubrirse aunque aquello fuese casi imposible y después de largos minutos, pudo frenar un taxi en el que se subió rápidamente cerrando bien la puerta.
—Lléveme al centro, por favor. —Pidió ella meciendo al bebé que no dejaba de llorar desconsoladamente en sus brazos. —Shhh... respira, mi amor, tranquilo que mamá está acá.
Le marcó a Sullivan rápidamente en lo que el taxi daba marcha, su pecho subiendo y bajando rápido debido a lo mucho que había corrido.
—¿Lo tienes? —Preguntó Sullivan del otro lado.
—Sí, ha sido el único niño sin documentos de nombre Jimin. —Contestó Park Chaerin mordiéndose fuerte los laios. —¿Ahora qué?
—Necesito que vivas en Nueva York durante un tiempo y después de traslades a Oregón... —Habló Sullivan del otro lado, un pequeño llanto escuchándose de fondo. —¡Elliot! Lo siento, debo dejarte.
Colgó y Park Chaerin regresó la vista al dulce Jimin de tiernos ojos rojizos de tanto llorar. Besó su frente dulcemente y lo observó fijamente durante largos segundos antes de suspirar. ¿Por qué ese pequeño era tan importante? Aún no sabía, pero había jurado cuidarlo como si fuese su propio hijo desde un inicio. No estaba segura de dónde provenía, solo que se lo habían encargado y Sullivan era alguien en quien confiaba pese a su joven edad. Ella era mucho mayor que él casi por diez años, pero el chico de veintitrés años se había mostrado incluso más seguro y astuto que su padre.
Se mantuvo con Jimin en brazos hasta llegar al centro de la ciudad donde siguió corriendo apresurada para evitar el mayor número de miradas posibles. No estaba segura en ningún lado aún... al menos, no hasta que llegara a Oregón.
.
.
.
.
.
UN PAR DE AÑOS DESPUÉS.
—¡Qué grande está Aline! —Exclamó Chaerin viendo a la chica con gafas que le sacaba un año a Jimin, siempre se había caracterizado por ser una súper-dotada y por eso siempre iba unos años más adelantes que los chicos de su edad. —Es un encanto de muchacha.
—En efecto lo es... —Su madre sonrió viendo a su hija de aspecto dulce y ligeramente serio, pero siempre era buena con los demás y todas las personas. —Al menos, nada que ver con el padre, imagínate. —Rió la madre de Aline.
Jimin examinaba a la chica que era un poco más alta y le sonreía de cuando en cuando. Recordaba jugar con ella de pequeños hasta que se mudaron a Oregón y empezó su nueva vida. El dulce Jiminnie... el dulce, dulce Jiminnie tan encantador enredándose en la boca de los lobos sin saberlo con su madre.
¿Quién lo diría?
—¡Chaerin! —Llamó Sullivan y la mujer se detuvo, se encontraba en el edificio y no pasó mucho hasta que volteara detrás de ella.
—Dime.
—¿La cena sigue en pie? Ya sabes, la de año nuevo. —Sullivan sonrió con encanto. —Ojalá pudiese llevar a mi hijo, no estará así que pensaba en invitar a Kyle en dado caso.
—Claro, sin problema. Yo invitaré a unos amigos míos, padres del colegio de Jimin entre otros. —Chaerin asintió y Sullivan devolvió el gesto.
—Entonces allí te veo.
—Allí me verás...
.
.
.
—¡YOONGI, NO! ¡MI MADRE!
Park Chaerin apenas alcanzó a levantar la mirada cuando los hombres de negro siguieron combatiendo ferozmente contra todos. No supo en qué momento esto había sucedido... en qué momento la cena se había convertido en una masacre de invitados donde todos caían.
—¡VIENE FORCRAFT! —Escuchó gritar a Sullivan y aunque no entendió, intentó levantarse, corriendo entre las personas para intentar alcanzar a Jimin que había huído con Yoongi.
No podía irse con él...
—¡JIMIN! —Gritó antes de soltar un grito cuando más hombre aparecieron.
Vio a Kim Taehyung disparar en varios puntos y aprovechando el escándalo intentó volver a huir sin percatarse que un hombre salía. Entre su corrida y el hombre que iba cauteloso, Kim Taehyung disparó doble al no poder ver, dándole justo en la cabeza al hombre y en el pecho a Park Chaerin quien cayó directo al suelo.
No pudieron salvarla, apenas Kim Taehyung se acercó a ella intentando detener la hemorragia temblando, la mujer lo vio suplicante a los ojos pasando la sangre en su boca.
—Cuídalo... —Pidió con su último aliento la rubia mujer. —Cuida a Jimin, Taehyung.
.
El secreto mejor guardado ha salido fuera de la caja.
ESTÁS LEYENDO
INNOCENT - yoonmin [Libro 3]
Fanfiction❝ En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven ❞ - Tercer libro de "INNOCENT". - Es obligatorio haber leído el primer y segundo libro, disponibles en mi perfil, par...