JIMIN
Mis manos se posan débiles sobre el arma, observándola fijamente. Esta mañana era nublada, poco sol a pesar de no estar tan lejos de la playa. Suelto un suspiro y volteo a mi derecha donde está Suga cruzado de brazos viéndome fijamente.
—Dispara —ordena sin quitarme la mordaz vista de encima.
Jalo del gatillo sin titubear, haciendo un hoyo en el cartón. Parpadeo un par de veces, bajando el arma y volviendo la vista a él, esperando a que diga algo. Desde ayer en la tarde me ha estado presionando a saber apuntar, a sujetar correctamente un arma de fuego, a disparar...
—Nada mal —Es lo único que dice, llevándose el cigarro a los labios e inhalando durante largos segundos.
Exhala viendo hacia su izquierda y alza su barbilla dando una orden, uno de los hombres se acerca a mí y cambia la caja de cartón por una jaula cubierta. Mi mirada es curiosa, esperando a que quiten la manta hasta que esto sucede y un ave aparece allí. Se mueve intentando escapar, sacudiendo sus alas y picando las rejillas. Paso saliva duramente.
—Dispara —Vuelve a ordenar.
Observo la pequeña ave y el hombre que la ha traído dar unos pasos hacia la derecha, alejándose y solo viéndome de igual forma. Intento contener el aliento, poco a poco volviendo a preparar el arma y apuntando hacia la jaula. Escucho todavía el revoloteo de sus alas a pesar de haber cerrado mis ojos, pero no es suficiente. Los abro y mantengo mi índice contra el gatillo sin apretar, solo viendo fijo durante largos segundos en silencio.
—¿Por qué estás dudando? —escucho la risa de Suga.
—Porque... n-no entiendo por qué debo matar un pájaro. No me ha hecho absolutamente nada.
—¿Entonces solo matas si es cuestión de vida o muerte? ¿Tu cabeza sigue aferrándose a la moral a pesar de toda la mierda que has pasado? —Volteo a verlo y sigue jugueteando con el humo my entretenido, soltando diversas carcajadas antes de negar y aventar la ceniza al suelo—. Me sorprendes, estúpido mocoso.
—No quiero... matar a este pequeño pájaro —murmuro bajando penosamente el arma.
Suga se mantiene en silencio un par de segundos antes de que se levante. Veo al hombre que ha traído la jaula tensarse al igual que las pocas personas en el amplio patio. Paso saliva pensando en que quizá no ha sido buena idea reprochar. ¿Que podría pasar?
Se acerca en silencio a un ritmo tranquilo hasta quedar frente a mí. Su mano va a mi mejilla y me sonríe de una forma inquietante, tomando mi mano con el arma y apuntándose a la barbilla. Amplío mis ojos y los hombres que estaban sentados al instante se levantan, pero Suga alza su mano libre y estos se mantienen quietos.
—¿Tanto miedo te da quitar una pobre vida, Jimin? ¿Te detienes tan rápido? —Ladea su cabeza acariciando mi mano tibia con el arma, yo empiezo a temblar un poco, mi índice aún sobre el gatillo—. ¿Siquiera te atreverías a dispararme así?
Me mantengo en silencio, él me observa con una sonrisa impecable. Sus ojos denotan burla, se está riendo de mí con los ojos y yo solo siento mi cuerpo tensarse.
—Dispárame —ordena lento, aquellas palabras helando toda la sangre de mi piel—. ¿No te atreves? Dispárame, Jimin. Que mi sangre salpique tu bello rostro, hazlo, acaba con aquello que te mantiene cuerdo, deja que la sangre termine de arrastrar tu cordura al infierno.
Mi mano tiembla un poco, negando. Su mano libre va a mi cuello apretando fuerte repentinamente, soltándome un jadeo de sorpresa. Los hombres se mantienen atentos, confundidos y algo asustados, ¿sorprendidos tal vez?
—Señor... —Llama el que trajo la jaula, pero Suga lo ignora por completo, sus fríos ojos llenos de burla aún clavados en mí. Presiona más la boca del cañón contra su barbilla y lentamente hace el arma un poco más atrás, golpeando casi contra su garganta.
—Dispárame —dice nuevamente en voz más baja y sonriendo gatuno—. ¿O acaso te da miedo lo que pueda pasar si lo haces? Sería una muerte heroica a decir verdad... "murió después de asesinar a un enfermo que engendró al demonio que le arruinó la vida".
—Y-yo... balbuceo un poco, pasando otra vez saliva. Mi índice ya no se encuentra firme contra el gatillo, pero eso no impide que me siga manteniendo atento a lo que dice y listo para cualquier movimiento extraño—. ¿Por qué se arriesgaría a pedirme algo así?
—Porque sé que no lo harás —suelta una risa pequeña y ronca, mi sangre hierve un poco—. Y si lo hicieras, ya habría hecho lo que quería contigo: convertirte en un asesino. Dime, ¿tienes las agallas? Te sigues viendo como una asquerosa rata asustadiza.
—No soy ninguna rata —respondo firme volviendo a llevar más firme mi índice contra el gatillo.
—Eres una rata asustadiza que se la pasa en su alcantarilla, huyendo, temiendo por su vida. No tienes vida ya. Estuviste centrado tantos años en huir, que no te has detenido a vivir realmente. Dime, ¿entonces por qué sigues vivo? Eres miserable e inepto —habla con crueldad, casi escupiendo las palabras que provocan un pequeño pinchazo de dolor—. No tienes nada. Estás solo, usado, abandonado, lleno de rencor. ¿Por qué vives, Jimin? ¿Qué te motiva a vivir si ya no eres nada y la única persona que te daba vida te ha dejado también? Nadie quiere cosas rotas, muñequito... y por eso estás solo y triste.
Mis ojos se mantienen fijos sobre él, temblando nuevamente y sintiendo mi vista nublarse un poco por las lágrimas. Paso saliva tratando de ablandar el nudo en mi garganta, pero no ayuda en nada. Suga sujeta con fuerza mi brazo que tiene el arma y vuelve a sonreír.
—Eres patético y por eso Yoongi nunca logró hacer nada bueno contigo. El problema no es él, eres tú. Eres inútil, no sirves. Incluso cuando te pongo mi vida en bandeja de plata, te pones a dudar. Eres un imbécil, un idiota y debería darte vergüenza tu propia existencia.
Respiro rápido, las lágrimas resbalando por mis mejillas de una buena vez mientras mis dientes se aprietan entre sí. Él vuelve a sonreír y aprieta más mi agarre.
—Inepto miserable... —susurra empezando a reír—. Dispárame. Aunque permíteme dudar siquiera si vas a hacer-...
Y jalo del puto gatillo.
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INNOCENT - yoonmin [Libro 3]
Fanfiction❝ En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven ❞ - Tercer libro de "INNOCENT". - Es obligatorio haber leído el primer y segundo libro, disponibles en mi perfil, par...