Visita

190 35 93
                                    

Katsuki cree saber a donde se dirigen. Las vendas sobre los ojos y tapones para los oídos no le ayudan mucho, pero sólo hay un lugar al que Shoto lo lleva de esa forma.

—Bueno, puedes quitarte la venda aquí si quieres —escuchó decir a Shoto una vez que le quitó los tapones.

—No. Mejor adentro

—Bueno. Entonces déjame ayudarte a bajar

Como Shoto había dicho, lo ayudó a bajar del auto con cuidado y después lo guió hasta llegar a la puerta del lugar y entrar.

—¡Hemos llegado! —gritó Shoto una vez que estuvieron dentro por completo.

Katsuki no pensó mucho en lo que debía hacer y como cada vez que iban a esa casa, se sentó en el sillón doble que se encontraba en la sala.

—¡Hola! ¡Bienvenidos! —respondió una voz femenina proveniente de las escaleras hacia el segundo piso —. ¿Cómo estás, Shoto, querido?

—Bastante bien, gracias —respondió mientras se sentaba a lado del rubio.

—Qué bueno tenerlos por aquí. Es un alivio ver que ese mocoso no se te ha escapado. Realmente no nos apetece tener problemas ahora.

—Por supuesto. Creo que lo hemos sobrellevado bastante bien, ¿No es así? —sujetó la mano de Katsuki con más fuerza indicándole que la pregunta era para él

—Sí. Muy bien —respondió él

—Más les vale —soltó Mitsuki con algo de indiferencia —. Ahora cuéntenme ¿Qué ha pasado últimamente?

—Bueno —comenzó Shoto —. ¿Recuerda aquella vez que le llamé? Ese día Katsuki pareció estar más alterado de lo normal. La verdad me asusté un poco yo también...

Katsuki se sorprendió ante las palabras de su esposo, pero no dijo nada, sólo lo miró en silencio.

—Creí que intentaría escapar y denunciarme con la policía —continuó Shoto—. Por suerte logré tranquilizarlo a tiempo

—Eh... Yo —quiso agregar el rubio, pero fue interrumpido

—No te preocupes, cariño. No fue tu culpa, fui yo el que debió tener más cuidado —le acarició los nudillos —. Ya no volverá a pasar, ¿Cierto?

—Sí. Ya no

Mitsuki miraba la escena algo sonriente. Le satisfacía ver como se habían dado las cosas. Cuando su marido llegara tendría cosas qué comunicarle.

Al final del día salieron de la casa, Shoto volvió a colocarle la venda en los ojos y los tapones en los oídos.

En toda esa visita a la casa de sus padres, Katsuki no habló mucho realmente. Algunas respuestas cortas y no más, estaba demasiado ocupado vigilando a los débiles Hombres Oscuros que habían entrado a la casa por la ventana.

Realmente nunca comprendió el motivo de ir allí cada dos meses sin falta. Lo único que hacía Shoto era contarle a sus padres todo lo que hicieron en ese tiempo y al final ellos decían algo como "muy bien" o "eres bueno con esto, Shoto".

Katsuki no sabía a qué se referían. Nunca lo sabía realmente, pero tampoco le importaba mucho porque confiaba en el buen hombre con el que se casó.

De cualquier modo, no tenía muchas opciones.

⚠︎⚠︎⚠︎

Penúltimo capítulo. Mañana el final

Nota de hoy: me da miedo publicar el final y que no les guste :(

Pesadilla  [Todobaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora