Ámame

¿Buenos O Malos?

Al día siguiente de que Bellingham y Haaland cenasen juntos, nuestro protagonista fue visitado por Zlatan.

—Creo que eso de criticar no está bien... -Exclama Haaland.

—No digas tonterías, hay que ser sincero siempre. O casi siempre. —Le replica Ibrahimović. —Para empezar, no le gustan los jugadores con carácter que no le hagan caso en todo.

—Eso ya me lo dijiste antes. Además, si es el entrenador tienes que hacerle caso, ¿no?

—Sí, pero no siempre. Si algo no te parece bien no le hagas caso. Básicamente, haz lo que veas conveniente: seguir sus pasos o romperlos. Tú decides.

—Ehm... Bueno... Mi antiguo entrenador...

—¿Qué pasa con él?

—Yo siempre le hacía caso y todo salía bien.

—Seguramente sea diferente... Guardiola quiere que sigas sus pasos sí o sí, porque si no lo haces te coge manía. Y te aviso de antemano, él tiene un favoritismo claro.

—Eso ya lo he notado, pero supongo que será porque ellos llevan más tiempo ahí.

—Julián Álvarez no lleva nada de tiempo ahí y ya ves cómo le trata.

El noruego se queda pensando y se pone las manos en la cara mientras habla.

—Gracias por los ánimos, aún no había caído en eso pero ya me siento peor por tu culpa.

—Es la verdad y tienes que aprender a aceptarla. —Replica Zlatan.

—Que sí, lo que el rey diga... —Responde Erling en tono de burla.

—¿Te estás riendo de mí?

—Averígualo por tí mismo.

—Bueno, ya me tengo que ir. Adiós niñato. —Ibrahimović se despide mientras abraza al noruego.

—Hasta mañana, vikingo.