¿Qué?

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Haaland coge el teléfono y revisa los mensajes de Instagram.

karla10

Holaaa, soy Karla.
                           Oh, hola, ¿qué tal? ✅✅
Bien, bien, oye, ¿cuándo juegas otra vez?
  El sábado. Estamos a miércoles. ✅✅
Pues allí estaré. ¿Contra la Juventus, no? ¿Dónde?
                    En el Allianz Stadium. ✅✅
El sábado nos vemos pues.

Erling cierra Instagram y llama a Ibrahimović.

—¿Sí?

—¡Zlatan! ¡Zlatan! No sé si te has enterado sobre lo de la chica.

—Ehm... ¿Qué chica?

—Oh, veo que no lo sabes aún. Pues resulta que soñé con una chica y al día siguiente apareció en un partido y... Me he enamorado de ella.

—¿Ah sí? ¿Y te ha hablado o algo?

—Sí, me pasó su Instagram y justo ahora acabamos de hablar. ¿Qué crees que puedo hacer para conquistarle? O sea, yo creo que le gusto pero quiero gustarle más.

—Vale, escúchame, supongo que estás en tu casa, ¿no?

—Sí.

—Voy a ir ahora, hablamos en tu jardín.

—Perfecto, ¡nos vemos!

Ambos cuelgan el teléfono y Haaland se viste rápido para ver a su amigo.

El móvil vuelve a vibrar, otra notificación de Karla.

karla10

Perdón por molestar, pero, ¿algún día te gustaría quedar?
                   Esta semana no puedo. ✅✅
¿Puedes el próximo martes a las 17:00 en el café de Maguire?
                             Sí, nos vemos ahí. ✅✅

El noruego vuelve a apagar el teléfono con una sonrisa y escucha gritos fuera de su casa.

—¡Haaland! ¡Ábreme, que el timbre no va!

Erling abre la puerta y saluda a Ibrahimović.

—Pasa, vamos al jardín.

Ambos se sientan y Zlatan empieza a fumar.

—A ver... ¿Así que una chica con la que soñaste ha ido a un partido tuyo y te has enamorado de ella?

—Sí, así es.

—¿Y me has pedido consejos para gustarle más?

—Efectivamente.

-Bueno, primero tienes que asegurarte del todo que le gustas. No hagas suposiciones así porque sí.

—Pero-

—No, ni pero ni nada, es la verdad. Bueno, cuando te asegures de que le gustas, tienes que vacilarle, eso les gusta a todas. Pero te recomendaría que primero vieses qué es lo que le gusta que le hagan.

—Entiendo... Por cierto, justo me acaba de enviar este mensaje. —Erling le enseña el mensaje de Karla al sueco.

—Yo que tú tendría cuidado. En fin, me tengo que ir, si necesitas algo no dudes en llamarme. Adiós chavalín.

—Adiós Zlatan, ¡gracias!

Nuestro protagonista va a ver la televisión y a descansar.

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