Ámame

¿Qué Pasa?

—Ya estamos. —Dice Marco.

Se hace un silencio bastante incómodo durante unos segundos.

—¿Qué? ¿No vas a decir nada?

—Hace un rato me has dicho que me quedase calladito. Ya no hablo más.

—De verdad, Haaland, qué exagerado eres.

—Pero si me has gritado...

-Silencio. Sal del coche.

Ambos salen y se ve un gran edificio apenas recién construido.

—Reus, en serio, ¿dónde cojones me has traído?

—Esto, querido amigo, es el nuevo punto de reunión de todos los futbolistas que juegan en la primera división de: Alemania, Inglaterra, España e Italia.

—¿Tan urgente era que viniese aquí? ¿En serio?

—Sí. Aquí nos reuniremos siempre que nos llamen. —El alemán sigue caminando junto a su amigo hasta que entran al edificio. —Mira, ya hay varias personas. Seguramente conozcas a todos.

Erling ve a un grupo de jugadores hablando.

—Hola, mirad a quién he traído. —Dice Marco.

Müller, Vlahović, Pedri y Havertz se giran.

—Te estábamos esperando. -Comenta Dušan.

—¿A mí? ¿Sí? ¿Por qué?

—Tenemos muchas cosas de las que hablar, por eso Marco te ha traído aquí. Siéntate. —Dice Pedri.

Haaland se sienta extrañado. El comportamiento de los jugadores es bastante raro.

—Esto es fácil, tenemos una estrategia para... —Explica Havertz, el cual es interrumpido por una alarma.

—¡Todos fuera! —Exclama Vini mientras intenta avisar a la gente.

Todos salen fuera del edificio y el noruego mira preocupado a su amigo.