Impresiones

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—¡ERLING! ¡ABRE LA PUERTA AHORA MISMO! —Se oye desde fuera de la casa de nuestro protagonista.

—¿Quién eres? No reconozco tu voz.

—¡ÁBREME Y LO SABRÁS!

Haaland se dirige a la puerta y la abre.

—¡¿SANCHO?! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?! Ah, es verdad, que juegas en el United y vives aquí.

—Me he enterado de algo muy fuerte... No tengo mucho tiempo para explicar, tengo que irme en un minuto como máximo.

—Resúmelo, rápido.

—Sólo diré una cosa: colaboración.

—¿No me lo puedes explicar por mensaje?

—No... No ahora... ¡Adiós, que llego tarde!

—Adiós, supongo... ¿Qué le pasa? ¿"Colaboración"?... Qué raro, esto pinta mal.

Erling empieza a hacer suposiciones mientras se tumba en la hamaca.

—La palabra "colaboración" tiene varios sentidos. Puede ser que alguien me quiera ayudar, que alguien ayude a alguien a hacerme algo malo y más opciones... Hmmm... ¿De qué se habrá enterado Jadon? Si hacía tiempo que no hablaba con él... ¿Alguien le habrá contado algo? ¿Hay rumores sobre mí? No lo sé, pero sea como sea lo descubriré.

—¡Erling! ¡Erling! —Escucha el noruego fuera de su casa.

—¡¿QUIÉN ES AHORA?! ¡¿QUÉ COÑO QUIERES?! ¡YA ESTOY HARTO! ¡¿ES QUE TODOS VIENEN A MI CASA?! —Erling abre la puerta bruscamente y ve que no hay nadie. —Genial, ahora me hago ilusiones, lo que me faltaba... Ay, ay, ay. Creo que voy a ir a comprar, que no me quedan frutas. —El noruego sale de su casa y se dirige a la tienda de la urbanización. —A ver... ¿Dónde están las manzanas?

—¡Hola! —Escucha por su espalda.

Es Karla.

—Oh, hola, ¿qué haces aquí? ¿No vivías en la montaña?

—Sí, pero estoy en casa de una amiga por unos días y ella vive aquí.

—Aaah, qué bien.

—Ya ves, bueno, me tengo que ir, ¡el martes nos vemos!

—¡Chao! -Exclama Haaland. —Ahora a comprar, que para eso he venido.

Erling coge las frutas, las paga y sale de la tienda para dirigirse a su casa.

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