CAPÍTULO 5

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Thomas

No se como las personas hacen para perdonar, se me hace extraño esa naturaleza con la que muchos hablan de dejar el pasado atrás y seguir con su vida. Pero la cara tranquila y hasta feliz que pone Taylor cuando abro la puerta, después de toda la mierda que cause en su vida, me da cierto tipo de esperanza de que algún día podré hacer lo mismo y simplemente dejar en el pasado las cosas que me atormentan y mirar fijamente a quien me produce asco y saludarlo. Solo que estoy totalmente seguro que eso no pasara pronto, así que trato de dejar eso en otra parte de mi mente mientras me acerco al que fue mi mejor amigo durante años.

- Hola bro. - Digo ofreciéndole un apretón de manos que el rechaza y me abraza.

- Perdón por no haber avisado que venia y aparecer de la nada en tu casa, pero quise pasar y... Aquí me tienes.

- Pensé que te demorarías mas en volver ¿ya me extrañabas?- Digo en un tono aburrido que el sabe ignorar desde hace años y entra a mi casa como sino le hubiera dicho nada.

- No tanto como te gustaría. - Me mira con burla. -Pero me alegra verte mucho mejor que la ultima vez. - Y eso si lo dice con una expresión seria.

-Si, las cosas han mejorado. Ya no meto como si no hubiera mañana y estoy sobrio hace meses, lo que en ocasiones es una mierda. Pero es el precio qué hay que pagar cuando tomaste tanto, que agotaste todos los tragos que te ibas a beber en toda tu vida. Ni si quiera puedo oler alcohol o se me hace agua la boca y eso es caerse nuevo en el caño. - Termino mi triste monólogo tirándome en el sofa donde el acaba de sentarse.

- Mierda... ¿O sea que cero fiestas?- Pregunta con algo de miedo. En una época solo nos la pasabamos de fiesta en fiesta.

- Asi es. En resumen, soy un alcohólico de veinte años que no puede ir a fiestas ni conducir. Pero antes de que me deprima cambiemos de tema y mejor cuéntame que tan sexys son las chiquitas de tu U...

- No es tan mal pero mi opinión no es la mas confiable, para mi todas se ven igual de normales frente a la belleza que tengo por novia. - Me guiña el ojo.

- Es cierto... Carmen es toda una belleza... - Me muerdo el labio de forma exagerada consiguiendo que ponga cara de loco posesivo. - Calmate, es broma.

- Lo se. - Respira hondo. - Estoy trabajando en eso de no ponerme celoso, últimamente he tenido que lidiar con montones de idiotas que se le acercan en el campus asi que estoy en alerta todo el maldito tiempo.

- Pero seguro Carmen les dice que esta contigo y ahí llega todo ¿no?

- Con unos si, pero uno en específico me jode, se hace el idiota interpretando el papel de mejor amigo y ella le cree. - Mira con rabia a la pared como si él susodicho estuviera aquí.

- O tal vez el tipo de verdad solo quiere ser su amigo... -Digo en el tono más relajado que tengo.

- Mierda... Lo se, puede ser. -Se toca la cara.-Como digo, estoy trabajando en esa mierda. Me jode sentirme inseguro. - Respira hondo mirando al techo.

- Debe ser una mierda, pero al menos tienes por quien preocuparte. - Cuando veo la cara de idiota sonriente que pone cuando me escucha, quiero tragarme lo que dije.

- ¿Quieres que una chica te ponga celoso? - Pregunta aguantandose la risa.

- Solo estoy siendo amable con tu situación. - Me encojo de hombros.

- Ok. Mejor jueguemos algo de disparos como en los viejos tiempos o terminaremos mas sentimentales de lo que queremos. - Se carcajea bajando al sotano donde es algo asi como mi salon de juegos desde los trece años.

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