CAPÍTULO 16

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Thomas

Ya completaba media hora esperando a que Nan saliera de su turno, y posiblemente tendría que esperar más tiempo, porque una de sus mesas aún se encontraba ocupada. A diferencia de la última vez, no era un grupo de camioneros de turno quienes la mantenían trabajando hasta después de su turno, en esta ocasión, por el contrario era un tipo elegante de traje que comia lo que parecían unas galletas con café; apostaría a que es el dueño de la camioneta fina cuatro por cuatro que vi estacionada cuando llegue, que parecía igual de fuera de lugar en el estacionamiento que su dueño en las mesas desgastadas. Y no lo digo por estereotipos elitistas en que un tipo adinerado no puede simplemente entrar a una cafetería en medio de la nada con pintura desgastada y tomar café por mero gusto, pero... ¿Por que que carajo un tipo que se ve así y maneja un auto de alta gama, tomaría café a esta hora en un lugar de este tipo, cuando podría estar en un bar de primera categoría? ¿Que tan normal es que eso pase en la madrugada, y que el tipo ya le haya intentado dar a Nan propina dos veces por servirle el café, aunque no haya pedido la cuenta?

- Que milagro verte por aquí ¿Se te antoja algo o quieres que te de mi numero de nuevo? Nunca recibí tu llamada. -La voz de Francia con un tono suave y coqueto de insinuación me hizo desviar la mirada del tipo de traje a su blusa de uniforme desabrocha, no la mire a propósito, cuando gire mi cabeza para verla ya tenía las manos apoyadas en la mesa, su escote fue con lo primero que me encontré.

- Hola. No gracias, estoy bien. Y lo siento por no llamar.- Juro que lo dije en el tono más amable que pude pero si alguien viera la cara de la chica pensaría que la acabo de insultar.

- ¿Perdiste mi número o lo botaste? - Preguntó con un tono molesto totalmente diferente al de hace unos segundos.

- Yo...- Me mira furiosa entre más segundos pasan y yo no contradigo ninguna de sus suposiciones.

La verdad es que no se que contestar. Ni siquiera sé en qué momento termine en esta discusión. Nunca le di alas a esta chica o le prometí algo. Claro la mire en algunas ocasiones cuando era prácticamente inevitable ver sus llamativos atributos y mas cuando estaban a centímetros de mi, como hace unos segundos, pero en ninguna de las ocasiones busque algo más . La prueba es que nunca la llame... ni si quiera se donde puse su jodido número pero eso pasa cuando le das tus datos a alguien que no le importan, y créanme lo sé por experiencia. No se cuantos años fui el chico que de verdad esperaba que una chica me escribiera después de una cita incomoda o peor una noche sin importancia. El problema aquí es que con Francia nunca paso nada que explique su molestia, solo que yo le parecí un buen partido o algo por el estilo desde la primera vez que entre aquí, pero estoy muy seguro que a diario le da su número a más de un cliente, varias veces intentó abordar a mis amigos cuando vinimos. Así que no me siento culpable.

- Me iré a cambiar. Vuelvo en cinco minutos. - Pasó Nan cerca de la mesa lanzándome un guiño y una mirada afilada a Francia que por la sorpresa movió la cabeza de su compañera de trabajo a mi varias veces pero no le presté mucha atención, estaba ocupado procesando lo jodidamente caliente que era ver a Nan celosa.

- ¿Así que es por ella que estás aquí?- Me pregunto Francia con recelo.

- Sí... - Eso logró que su expresión confundida se convirtiera en una de ira.

- ¿En serio? - Preguntó como si la sola idea le hiciera dar asco.

- Si... ¿Por qué?- Dije algo confundido por su reacción.

- Nada... solo pensé que tenías un mejor gusto. - Sonrió mientras con sus ojos me fusilaba y se iba de mi mesa a otra donde un tipo con un casco de moto acababa de entrar.

Bueno, al menos todo terminó de forma tranquila. Pensé que iba a haber más drama; uno que otro grito, alguna palabrota y tal vez una cachetada. No es la primera vez que me veo envuelto en situaciones así, pero sí que es la primera que no he hecho nada para provocar la molestia de una chica. Admito que la mayoría de las veces por no decir todas, yo les había dado motivos para que me buscaran y se sintieran con derecho de reclamar... aunque reconozco que esta es la primera vez que rechazó a una chica, posiblemente si Francia me hubiera conocido hace seis meses le hubiera dado lo que quería en el primer intento y ahora lo que menos querría es estar cerca de mi. En ese momento solo hubiera podido ser un polvo rápido y al final un patán que no querría saber de ella apenas estuviera fuera de su cama.

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