XXXVII

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— ¿Me pediste venir contigo para grabar el momento y así pasarlo en su boda?

Sana miró a Tzuyu con el ceño fruncido.

— Te pedí que vinieras para darme apoyo moral— dijo la pelinaranja—, y en silencio, por favor.

Tzuyu a veces no comprendía esa forma de mostrar cariño que tenía Sana hacia sus amigas, y sólo hacia sus amigas, porque ella era testigo de cómo la pelinaranja se ablandaba totalmente con Jihyo.

Cuando el reloj marcó las tres y cincuenta y nueve, Sana le hizo señas a Tzuyu para que se escondiera, y la pelimorado se apresuró a cubrirse detrás del telón.

Las cuatro en punto la puerta se abrió, Sana vió los ojos de Jihyo dirigirse hacia ella, asintiendo levemente, indicando que todo iba según el plan.

Detrás de ella, Chaeyoung amagó a irse, pero Jihyo tomó su mano, tirando de ella para obligarla a avanzar.

Confundida, y más aún cuando Sana cerró la puerta detrás de sus ruedas, Chaeyoung miró hacia todos lados, hasta que su mirada cayó sobre las manos que las dos chicas tenían unidas.

— ¿De qué me perdí?

— No voy a ser yo quien se confiese— dijo Sana, sonriendo de lado.

Apagó las luces para encender el reflector, que apuntaba hacia el pequeño escenario del aula.

— ¡Tzuyu! ¡Ven y pon los huevos necesarios!

— ¡No soy gallina para poner huevos!

— ¡No me hagas ir a empujarte! — durante unos segundos no tuvo respuesta— ¡Si voy te saco a patadas!

Vió al telón moverse, y no tardó mucho para que Tzuyu caminara, moviendo las manos de forma nerviosa, hacia el reflector que iluminaba el escenario.

Pareció abrir la boca para decir algo, pero en cuanto cruzó miradas con Chaeyoung se congeló, comenzó a lamer sus labios varias veces, mirando a distintos puntos del suelo.

Jihyo codeó a Sana.

"Tú no estuviste tan nervioso" leyó.

La pelinaranja se encogió de hombros.

— Tzu es rara, más rara que yo.

— ¡Son Chaeyounggie!

Ambas chicas volvieron a prestar atención a lo que estaba pasando.

Tzuyu tenía los ojos apretados con fuerza.

—  ¡Me gustas! ¡Mucho!

Hubo un silencio incómodo durante varios segundos, hasta que las ruedas de la silla de Chaeyoung comenzaron a girar, acercándose al escenario.

Tzuyu abrió los ojos para encontrarse con la chica, y las pequeñas lágrimas en sus mejillas le partieron un poco el corazón.

— Estoy completamente enamorado de tí— murmuró, al punto que sólo Chaeyoung pudo escucharlo.

La chica en la silla sonrió, mostrando sus adorables dientes, dejando caer unas lágrimas.

Tzuyu bajó de un salto del escenario, abrazando a Chaeyoung con firmeza.

La había extrañado bastante, llevaban más de dos semanas sin hablarse, sintiendo que una parte de si faltaba.

— También me gustas, Chuwi.

※Mute※ (Adaptación) ① ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora