III

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Concentrada en mirar el suelo, Jihyo intentaba pasar por los pasillos , tratando de ser más fuerte que los empujones, que los codazos.

Apenas llevaba seis meses en en colegio, y ya empezaba a odiar todo.

En Busán iba a una escuela para chicos como ella, quizás no todos eran mudos, quizás algunos hablaban de más, pero con ellos se sentía cómoda, ellos estaba tan mal como ella.

No entendía cuando su médico le dijo que ir a una escuela para chicos normales iba ser bueno pasa ella.

Esos chicos eran crueles, malos, que la golpeaban en el baño de mujeres, robaban su dinero o su almuerzo, eran los que dejaban pegamento en su silla, los que habían volteado una botella de Coca-Cola en su mochila, y los que han metido su ropa al inodoro luego de una clase de gimnasia.

No hablaban con ella más que paras decirle cosas fea, la apartaban de todos lados y solo la hacían sentir como una miseria.

Ya no le decía a la directora que lo hacían, descubrió que solo empeoraban las cosas.

No tuvo tiempo para esquivar el pie ir trabó su paso, cayendo al suelo, las manos en los bolsillos no la dejaron frenar, así que su mejilla se estampó contra las lustrosas baldosas.

Escuchó las risas y quiso llorar.

— ¿Pero que mierda te pasa?

La confusión de Jihyo aumentó, abriendo los ojos un poco de más.

¿Alguien la estaba defendiendo?

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※Mute※ (Adaptación) ① ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora