XCI

101 17 0
                                    

Cuando llegaron a Busán, el señor Park condujo directamente hacia el consultorio médico de la última vez, estando todo tal y como lo recordaban.

La señora Park bajó del auto para entrar al lugar directamente, dejando a las dos chicas descansando en el asiento trasero, y al padre de Jihyo aún al volante, quien apagó el motor.

El doctor había dicho que los atendería en cuanto vinieran, y si estaba atendiendo a otra persona, terminaría con esa consulta y luego pasaría a ellos, pero no harían ninguna fila de espera.

Jihyo se despertó perezosamente, viendo hacia afuera.

La sonrisa de Sana la distrajo, y sonrió un poco también.

— Estás durmiendo mucho últimamente, Jihyonnie— comentó Sana, revolviendo un poco sus cabellos—. ¿Duermes mal o algo?

Sana creyó notar la mirada del señor Park por el espejo retrovisor, pero el hombre se movió rápido para acegurarse.

Jihyo negó.

— Cansada— dijo, simplemente.

Sana notó el puchero en sus labios y el rubor de sus mejillas.

— ¿Te duele la cabeza?

Jihya asintió.

Sana acercó sus manos a su frente, sintiendo la temperatura, hizo una mueca.

— Tienes fiebre— murmuró, Jihyo pareció sentir más dolor con escuchar esas palabras, e hizo una mueca que hizo a Sana correr su mano.

Un golpe en la ventana hizo que ambas voltearan, encontraron a la señora Park haciendo señas para que bajaran.

Aún adormilada, Jihyo se sostuvo bastante de Sana camino hacia el consultorio.

La pelinaranja miró hacia atrás, viendo que la señora Park ya no estaba a su lado, notando que estaba hablando un momento con su marido.

※Mute※ (Adaptación) ① ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora