Ya no quiero estar aquí...

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Cuando llegaron a la mansión, Haruki estaba realmente sorprendido de donde vivían su madre y hermano pero parecía ser que no tenían una vida feliz. Bajaron y las sirvientas los recibieron, sorprendidas vieron al pequeño Haruki y no dijeron nada pues el cenizo venía de mal humor.

-Deku, tu y yo tenemos que hablar...-demando el cenizo cuando entraron a la mansión

-Issey, lleva a tu hermano a tu cuarto ¿ok?-dijo el pecoso entregándole a su hermanito y señalando a su hermano mayor

-¡Si mami!-dijo el menor llevándose a sus 2 hermanos con el

-¡¿Se puede saber por qué mierda está tu otro hijo aquí?!-grito el cenizo cubriendo su cara con su mano

-Issey quería traerlo...-dijo el pecoso bajando la mirada

-Más te vale que se vaya pronto, no pienso quedarme con otro hijo de ese bastardo-dijo el cenizo saliendo de la sala

Izuku soltó un suspiro de alivio al igual que las sirvientas, estaban constantemente en un ambiente estresante y pesado que cualquier cosa, por más pequeña que fuera, los estresaba a tal punto de estar todo el día atentos a cualquier cosa.
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Haruki se encontraba extrañamente "bien" pero cuando el cenizo lo miraba, fruncia el ceño y lo miraba fijamente a modo de reto pues a pesar de su corta edad ya sabía perfectamente cómo identificar a alguien malo.

-Peque ¿Esta todo bien?-pregunto el pecoso viendo como su pequeño miraba al cenizo

-Si mamá...Solo estaba viendo el color de la mansión-dijo el pequeño sonriendole al pecoso

Izuku empezaba a comprender el comportamiento de su hijo pero no decía nada, en especial delante del cenizo pues una palabra que no cuadrara con lo que el dijera sería algo muy malo para el.
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Ya había pasado un día y Haruki empezaba a notar cada vez más el infierno en el que estaba sometido su madre, el levantarse temprano se le hacía una cosa muy exagerada en especial para un niño de 4 años y un bebe que apenas iba a cumplir 1 año. El desayuno era a una hora muy exagerada también y era muy poca comida, a excepción del bebé que tomaba leche, las tareas de la casa las hacían las sirvientas que también tenían un trato horrible pero en especial el pecoso el cual se encargaba de las cosas sumamente privadas del cenizo, algo fuera de lugar y todos recibían un castigo atroz.

La comida, un plato casi vacío y un pequeño vaso de agua, el único que recibía mejor comida y en abundancia era el cenizo. La televisión estaba prohibida para todos en la casa sin excepciones, el cenizo sólo la ponía cuando se encontraba de buen humor y eso era sumamente extraño, la música también estaba prohibida y apesar de tenerla en bajo volumen, si el cenizo se enteraba el castigo sería muy horrible hasta un tanto traumático. Los juguetes de los pequeños siempre tenían que mantenerse recogidos y ordenados, un juguete fuera de su lugar o esparcido por cualquier otro lugar, así es...Un castigo realmente horrible para un pobre niño.

Y finalmente la "hora feliz", la cena no era nada más que sobras de la comida y el desayuno y eso si llegaba a sobrar algo, el único que podía comer algo decente era el cenizo y rara vez su hijo Ichiro. La casa tenía que estar incluso a esa hora, las camas deben estar estrictamente limpias si no otro castigo y el cenizo no se dormirá hasta que encuentre la cama limpia y ordenada. Ichiro era el único que dormía plácidamente al igual que Katsuki, Issey en la noche tenía unas terribles pesadillas obligando a Izuku a despertarse a cada segundo lo cual causaba un mal sueño en Izuku todos los días.

-Mami...¿Todos los días es lo mismo?-pregunto Haruki abrazado a su madre que luchaba por dormir

-Si mi amor...-susurro el pecoso acariciando la cabeza de su pequeño

-¡Mami!-grito desde la otra habitación Issey con lágrimas en sus ojitos

-¿Que pasa con mi hermano?-penso Haruki cuando noto que su madre se dirigía a la habitación del pequeño Issey

Haruki siguió a su madre y miró a su pequeño hermano, abrazando un osito de peluche desgastado y con lágrimas en sus ojos, era una escena desgarradora y lamentable.

-Shh...Mamá esta aquí-dijo el pecoso abrazando a su pequeño y acariciando su cabecita

Haruki se sumó al abrazo, estaba consolando a su hermanito y a su madre al mismo tiempo y en su mente solo podía repetir una sola frase la cual le causaba odio, miedo, tristeza y nerviosismo porque sabía que podía ocurrir si pasaba lo que el iba a hacer...

-Ya no quiero estar aquí...-

Apenas había pasado un día pero parecía una maldita semana, no quería vivir ahí y no quería dejar a su familia ahí pero no podían irse con el ya que el cenizo en cualquier momento los encontraría.

-¿Que puedo hacer?...-penso el pequeño mirando a su familia destrozada

_______Continuara________________________

P.D. Perdón por lo corto que quedó pero no quería dejarlos sin actualización

¡Maldito Rubio Obsecionado!|Part 2|My Hero Academia (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora