Las cadenas que me atan a ti

¿Errores del Pasado?

Lena entre abrió los ojos confundida ¿Que había pasado? Lo último que recuerda es a Supergirl encima suyo, lo demás es borroso.

— Mi Zhao ¿Ya despertaste? — escuchar la voz de Supergirl en la mañana definitivamente no estaba en sus planes, mucho menos levantarse entre sus posesivos brazos, una manera más de reclamarla piensa instintivamente como como omega ... espera ¡¿Reclamarla?!

Exaltada lleva su mano a su cuello, donde una gran marca luce magnífica.

— No puede ser ... —

Se ve interrumpida cuando la rubia que apenas y le llega al hombro empieza a sobarse contra su espalda.

— No lo entiendo, mi Zhao — la rubia se oía realmente mortificada — A pesar de lo mucho que te cubro con mi aroma, sigue habiendo un olor desagradable que viene de ti.

Lena se tensó, claro, Supergirl no solo era un alienígena si no también un cachorro ingenuo ¡Maldición como se había dejado marcar por un cachorro! La omega prácticamente le doblaba la edad.

Con la elegancia y astucia que sólo un Luthor puede poseer en una situación como ésta, Lena encaro a Supergirl.

— Debe ser el fruto de tu anudamiento que crece en mi — uso la mentira más común de un omega para despistar a un alfa.

Solo esperaba que se lo creyera, no podía ni pensar que pasaría si Supergirl descubre la verdad. Mientras su mente corría a cien no se dio cuenta de unos fuertes brazos que la rodearon.

— ¡Cachorros! ¡Mi Zhao tendrá mis cachorros!

Bien ahora solo tenía que encontrar la manera de huir.

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Wanda estaba en problemas, la interacción con Supergirl había hecho que su celo se adelantara, algo raro puesto que ni la chica de acero ni nadie nunca le había movido ni un pelo, ni siquiera su actual pareja.

Mientras sobre volaba la ciudad una bomba de feromonas llegó a ella, si antes Supergirl no había reclamado a esa omega en definitiva ahora lo estaba haciendo. Guiada por las feromonas llego hasta un edifico de Luthor Corp, la omega ya se encontraba húmeda y la combinación de olores sólo hacía que sus pliegues se lubricaran más.

Fue ahí donde decepcionó un débil aroma como a olivo, era muy débil casi imperceptible, pero lo había olido en algún otro lugar.

"Una molestosa casi alfa se inmiscuyo"

Recordó las palabras de Kara. Un alfa recesiva, nunca había visto uno, sin embargo, había oído que eran poco territoriales y no podían dejar sus feromonas, sería un buen prospecto para pasar su celo sin tener problemas.

No dudo en usar un poco de magia para poder llegar a su objetivo, podría estar en celo, pero nunca perderá el control, no otra vez.

Después de un par de mentes alteradas y oler a Kara por todo el maldito lugar al fin pudo encontrar su premio.

Alta, pelirroja y de bonitos ojos, al parecer también se encontraba afectaba por la cantidad de feromonas que votaba Kara, como casi todos los del edificio; solo que al ser un alfa recesiva tenía una necesidad para someterse, perfecto para Wanda.

Apenas toco Wanda toco su hombro la pelirroja mostró su cuello, sumisa; su centro palpito y se relamió los labios.

Con una fuerza única de Scarlet Wicht cogió a la pelirroja y la alzó haciendo que esta enrolle sus piernas en su cintura.

Llevaba una linda cazadora roja y unos molestos jeans que impedían el contacto con el ya abultado falo. A pesar de las potentes feromonas de Kara que se esparcían por todo el lugar, Wanda podía sentir el ligero olor de la misteriosa mujer.

Por otra parte, Natasha se sujetó con sus brazos al cuello de Wanda. Podía sentir como su miembro se ponía duro por el acercamiento y de cómo el olor a duraznos se volvía más grande.

— Soy Nat-tasha — comento mientras gemía.

Ambas se besaron lujuriosamente y se separaron por un milisegundo para verse con deseo a fin de volverse a besar con exigencia desenfrenada. Las piezas de ropa poco a poco cayeron hasta que ambas estaban completamente desnudas.

Wanda quedó fascinada por el cuerpo desnudo de Natasha, quien la miró un poco apenada.

— Natasha, eres muy bella.

La bruja no quería sonar muy suave pero no pudo evitar serlo ante semejante belleza.

La omega adoró el cuerpo desnudo de la mujer alfa con pasión dando largos besos por todo su cuerpo para que después Natasha diera especial atención a su centro necesitado.

Wanda sintió como el dolor que empezaba a sentir en su vientre desaparecía cuando Natasha inicio a embestirla con fuerza mientras que sus piernas se enrollaban en las caderas de la alfa para que llegara más profundo dentro de ella.

La omega rascó los hombros de la otra mujer y estaba segura de que le dejaría marcas mientras que de su boca salieron sonidos placenteros animando a Natasha a que fuera más rápido.

Ambas gritaron de éxtasis al mismo tiempo cuando acabaron y Wanda era anudada por la alfa. Natasha gimió cuando se corrió dentro de la omega llenando su vientre con su esencia.