11|십일

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— ¡Qué! — el pelinegro se tocó la nariz tratando de no explotar

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— ¡Qué! — el pelinegro se tocó la nariz tratando de no explotar.

—Ya te lo dije — expresó aburrido. En su desesperación, había contactado a uno de sus ex parejas y a un buen amigo que había conocido en la universidad.

Era un estudiante de último año que lo había recibido en su primer año en el campus. Habían notado que tenían muchas cosas en común y, tras un par de citas, decidió besarlo. Estuvieron juntos como por dos semanas antes de descubrir que eran mucho más compatibles como amigos que como pareja.

Desde entonces se contactaban cada vez que alguno tenía algún problema. Aquella exprés relación no había causado ningún tipo de malentendido entre los dos, ni siquiera con sus nuevas parejas. Incluso fue invitado a la boda de Jin y su inminente divorcio tres años después.

Por su parte, las relaciones eran inexistentes. Recordando años atrás, nunca había logrado mantener una pareja que realmente funcionara después de comprometerse seriamente. Por eso, optó por renunciar a casarse y a establecer relaciones formales..

—Bese a mi secretario — habló con calma — ¿Escuchaste?

—Ah sí, por supuesto, como la última vez. Yoongi-ah, lo que yo pregunto es ¿Por qué me hablas?

—Jin, ya te lo dije, necesito un consejo.

—Pues no sé bien lo que quieras escuchar. Si lo besaste, ¿y qué?

—¿Cómo que y qué? Se supone que me tienes que decir qué es lo que tengo que hacer a partir de eso.

—¿Te gusta?

—Me atrae, sí, por supuesto.

—Entonces ¿Que vas a hacer?, te gusta el chico...los besaste, sal con el

—No me gusta — respondió rápidamente para negar lo dicho por el mayor.

—Min, es claro que sí, en años habías llamado por una crisis como adolescente, somos mayores ahora ¿Cuál es el problema?

—Es ni secretario, no un prospecto de pareja

—No dijiste que ¿iba a renunciar?- Yoongi suspiró pesadamente y se dejó caer en el sillón, llevándose una mano a la frente. Jin, al otro lado de la línea, permanecía en silencio, esperando pacientemente a que su amigo procesara sus propios pensamientos.

—Sí, renunció pero no puedo dejarlo ir —admitió Yoongi finalmente—. Pero no por eso puedo simplemente...

—¿Simplemente qué? —interrumpió Jin con un tono más serio—. Mira, Yoongi, he visto cómo temetes en tu propia cabeza una y otra vez. Sé que te preocupa mucho mantener la profesionalidad, pero a veces, dejarte llevar no es tan malo.

—No es sólo eso —Yoongi se frotó los ojos, sintiendo el peso de la conversación—. He pasado tanto tiempo evitando este tipo de situaciones. No quiero arruinar algo bueno otra vez.

JEFE MIN  || Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora