-Mama, voy a estar bien no te preocupes-. Le doy una sonrisa tranquilizadora y comenzamos a guardar todo.
-Cariño este es un paso demasiado grande, sabes que no me molesta que te quedes aquí conmigo.
-Lo sé pero yo creo que ya es hora de hacerme mayor y volar del nido-. Ella ríe y niega.
-De acuerdo no quiero dañarte la ilusión, toma las cajas que puedas y vamos-. Hago lo que me pide y cargo unas cuantas cajas hasta la entrada de la casa, luego vuelvo por el resto y mis maletas.
-Al menos me dejaras ir al apartamento para conocerlo ¿cierto?
-Siempre-. Vamos metiendo las cajas en el coche y yo subo al asiento del copiloto para comenzar el viaje-. ¿Sabes? Voy a extrañar esta casa.
-No digas eso, tu sabes que siempre puedes volver.
-Mamá no intentes convencerme.
-Bueno, al menos lo intenté.
(...)
-Creo que seria una gran idea pintar las paredes de un color suave, algo que contraste con tu personalidad.
-Oh no, Hanah no digas eso, si las paredes van con la personalidad de Sky obviamente serian de un rojo intenso, ya sabes como se pone cuando se enfada.
-¡Dejarme en paz!-. Tiro uno de los cojines a Anne y este le da justo en la cabeza-. Yo soy un trozo de pan, el mas exquisito dulce y ademas soy tierna-. Hago ojitos y ellas ríen.
-Hanah, ¿te importaría acompañarme a comprar comida china?
-Claro vamos, enseguida volvemos Sky-. Asiento y las veo marcharse del apartamento, tomo mi móvil y veo dos mensajes de texto.
-¿Te gustaría vernos esta noche? Tengo una gran sorpresa preparada para ti.
Seguido de este va otro.
-Si no quieres ir no hay problema, lo entiendo. Con la mudanza y todo eso debes estar agotada, si no puedes no olvides mandarme aunque sea un mensaje ;)
Hago una mueca por la insistencia de Cedric. Es un chico encantador pero definitivamente no es mi tipo, es demasiado insistente y agotador con sus mensajes, me presiona demasiado y eso no me agrada.
-Tienes razón, con eso de la mudanza y todo estoy demasiado cansada y me encantaría poder ver una película y comer palomitas,
Escucho el sonido de un nuevo mensaje y ruedo los ojos.
-Oh, por supuesto. Si quieres puedo ir y hacerte compañía.
-No gracias, quiero estar sola.
Después de eso parece haber captado la indirecta y lo agradezco. Me tiro en mi cómoda cama y no puedo evitar pensar en él, en Niall. Ocupa mi mente y espacio a cada momento. Sonrió nostálgica al recordar el ultimo dia que lo vi y tampoco puedo evitar recordar sus palabras que causan el mismo daño de siempre en mi corazón. Aun tengo sentimientos por ella.
Niall
Miro nervioso la tienda de flores y compro unas, estoy inquieto y nervioso. Compro los globos de helio con forma de corazón, los chocolates y el anillo que encargue hace una semana. Meto todo dentro del coche y me dirijo a casa para darle la gran sorpresa a Leah, el amor de mi vida.
Al llegar el apartamento esta vacío así que me pongo manos a la obra y coloco todo en su sitio. Miro el reloj y faltan cinco minutos exactos para que Leah llegue. Tengo la caja del anillo justo en mi bolsillo y el ramo de flores en mis manos, estoy muy nervioso y a la vez ansioso. La puerta se abre revelando a una muy entusiasta Leah que abre sus ojos con sopresa y mira los globos que están flotando en el techo.