Hoy sería el gran día, la razón por la que estuvo doblando turnos en la agencia y por la que había ahorrado todas esas horas extras, finalmente y después de tres años de noviazgo, Kirishima Eijiro pediría la mano de Bakugo Katsuki. El reloj de la agencia marcaba las 5 en punto, por lo que se apresuró a los vestidores para cambiarse de ropa, había comprado el anillo apenas un par de días antes, era hermoso, de color dorado y con una pequeña piedra roja sobre de él, no estaba seguro de si sería un rubí o algo similar, lo único que sabía era que le habían dado la oportunidad de grabar algo en él sin costo alguno, por lo que aprovechó para dejar un par de palabras como un último detalle.
Salió apresuradamente mientras acomodaba sus ropas y se aseguraba de llevar el pequeño objeto consigo, Bakugo saldría en una hora y no tenía tiempo que perder, debía estar todo listo para cuando eso pasara; corrió a la florería más cercana y se aseguró de comprar un ramo de tulipanes rojos y naranjas dejando uno color blanco justo al medio, aprovechando la amabilidad de la mujer que le había atendido, colocó el anillo dentro de sus pétalos sujetándolo suavemente con un listón, planeaba que cuando Katsuki mirara dentro, lo encontrara, brillando tenuemente entre la exuberante belleza de aquellas flores.
La hora indicada apareció en el reloj y tal como había planeado, el cenizo salió de la agencia para encontrarse con él, le saludo de buena manera y se acercó mirando extrañamente el ramo que yacía en las manos de su novio – No me digas que lo he olvidado – Dynamight era un héroe en extremo ocupado, por lo que para Eijiro no era extraño que el cenizo olvidara algunas fechas, sin embargo, en esta ocasión negó lentamente con la cabeza y le sonrió ampliamente
– En realidad quería invitarte a comer, escuché de un nuevo restaurante a unas calles y dicen que sirven el curry más picante de la ciudad – el contrario sonrió por el gesto y se retó a sí mismo a degustar aquel platillo tan interesante; caminaron todo el trayecto hasta el lugar y entraron inmediatamente, ya estando allí, el pelirrojo le entregó formalmente las flores que estaba cargando consigo – Bakugo... – comenzó a hablar mientras esperaban pacientemente por su comida – Yo, bueno, ambos hemos estado saliendo durante mucho tiempo y creo que han sido los mejores años de mi vida, eres alguien increíble y que no se rinde, para mí significas muchas cosas, eres mi motivación y también mi camino a seguir por eso... – inhaló profundo notando como el oji-rubí comenzaba a prestar atención a las flores, posiblemente percatándose de la existencia del anillo en ellas
– ¿Te casarías conmigo? – la comida llegó y en medio del shock del pelirrojo, un plato decorado con letras doradas apareció, un anillo plateado con una piedra naranja en él le acompañaba, el cenizo sonrió orgulloso de su maravillosa propuesta, y mientras esperaba la respuesta del contrario que miraba todo con suma atención y sorpresa, se percató de la sortija colgada en las flores – ¿Esto es...?
– Esperaba decirlo primero – musitó avergonzado mientras sonreía y se rascaba la nuca, ambos se miraron unos segundos y luego echaron a reír, realmente no esperaban que todo resultara de esa manera pero quizás era una señal de que estaban haciendo la elección correcta, Katsuki había visto el juego de anillos unas semanas antes, pero cuando trató de conseguirlos, sólo quedaba uno, no esperaba que fuera Eijiro quién hubiera comprado el otro – ¿Me harías el más grande honor que un hombre pueda tener, y te casarías conmigo? – preguntó Kirishima tomando el anillo del ramo y colocándolo en la mano del cenizo, éste asintió y luego hizo lo mismo, el restaurante resonó en aplausos cuando ambos se dieron un beso sellando el trato
Al finalizar la velada, Bakugo miró detenidamente el anillo que ahora reposaba sobre su dedo, lo miró a través de la luz de la luna y luego lo sacó para observarlo mejor, fue entonces que descubrió el grabado en él, su rostro se tornó rojo y luego miró a su ahora prometido que yacía dormido a su lado – Tú, estúpido... no tienes idea de cuanto te amo – se colocó nuevamente su anillo y se acostó de nuevo, abrazado de su amado, ambos anillos miraron la luz nocturna con las frases "Siempre tuyo" y "Para toda la eternidad"
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#Kiribakumonth 2022
Hayran KurguHistorias cortas kiribaku con distintas temáticas (One-shots), en conmemoración del Kiribaku month 2022