Llegaron al pueblo apenas unos minutos más tarde, en medio de tropiezos y maldiciones dichas a sus propias piernas, el cenizo lo había logrado – Supongo que esto es todo, puedo valerme por mí, gracias – el agarre en su mano no se había disminuido, el contrario le seguía sujetando firme haciendo que este se enojase – Oye, te he dicho que está bien, ahora suéltame – el pelirrojo no esbozó palabra alguna y simplemente se dedicó a seguir caminando con el cenizo a rastras – ¡Suéltame! – comenzaba a ser presa del pánico dada la naturaleza de su captor, ¿y si le había descubierto?, era una presa fácil en un mundo que apenas conocía por medio de libros e historias
Después de caminar un par de minutos más, se encontraron tocando a la puerta de una posada, una amable mujer de cabellera castaña y cara redonda les saludó, le entregó una llave al pelirrojo y continuaron su camino hasta una de las habitaciones, una vez dentro, el pirata le soltó – Lamento eso, pero dado tu aspecto dudo que conozcas realmente el sitio en el que estás – el cenizo afiló la mirada sobre el contrario y éste prosiguió – Escucha, si terminaste aquí por error es mejor que te andes con cuidado, esta isla se caracteriza por ser el puerto de todo tipo de rufianes y ladrones... – pausó su habla suspirando hondo, esperando quizás alguna clase de respuesta, pero al no obtenerla, prosiguió – Pero si tus motivos son otros... te sugiero que des la media vuelta y regreses por donde viniste, sé que no estoy en condiciones de decir esto pero... algo en ti me dice que eres diferente, las personas por aquí se aprovechan de eso
El tritón escuchó atentamente, si aquella información era cierta, tomaría demasiado tiempo y esfuerzo encontrar al hombre que salvaría a su madre, aquella idea le hizo enfadar al punto de apretar sus puños y rechinar sus dientes, ¿había llegado hasta allí para nada? – No... no puedo volver – mencionó contundente, definitivamente no se rendiría por eso – Estoy buscando a alguien, ni siquiera estoy seguro de cómo se ve, sólo sé que deberé reconocerlo cuando lo vea... es importante – el pelirrojo observó detenidamente la expresión del rubio, había tristeza e ira combinadas en su mirada, así que suspiró hondo y luego rió nerviosamente
– Te ayudaré con eso – el contrario le miró con desconcierto – Pero a cambio... – ya lo imaginaba, así eran todos los humanos – Permíteme cuidar de ti hasta que lo encuentres... ¿hecho? – Kirishima extendió su mano esperando cerrar el trato, Bakugo titubeó unos instantes pero luego de evaluar sus opciones, correspondió el apretón. Después de ello, el chico le pidió todo tipo de referencias sobre la persona que buscaba, pero Katsuki apenas y pudo dar vagos detalles, al final terminó por contarle que únicamente disponía de una semana para hacerlo y que de no lograrlo, las consecuencias serían graves. A la mañana siguiente, Bakugo despertó temprano y salió de la posada tratando de no despertar a Kirishima, miró hacia el horizonte y sin dejarse pensar demasiado, comenzó a cantar, el suave murmullo de su voz atravesaba las mugrientas calles endulzando los oídos de quienes se encontraran cerca, esperaba que aquello atrajera a la persona que buscaba pero en su lugar, un adormilado Eijiro salió de la posada – No imaginé que fueras tú... es hermoso – murmuró mientras se frotaba los ojos y descuidadamente trataba de colocarse su abrigo – Supongo que estás listo para iniciar la búsqueda – el cenizo asintió de mala gana al ver que su técnica había fallado y siguió al pirata a través del pueblo
Durante el día su vista se maravilló con toda clase de herramientas y edificaciones humanas, las labores que ejercían algunos y las extrañas costumbres que poseían, el pelirrojo le mostraba todo como si supiese que se trataba de una criatura marina y le explicaba con detalle todo lo que les rodeaba, se detuvieron a comer en distintas ocasiones y se volvieron partícipes de algunos juegos y bailes que circundaban las calles, por primera vez en muchos años, el cenizo realmente se divertía. No tuvieron éxito ni el primer ni el segundo día, las peleas durante la noche sobre quien dormiría en la cama poco a poco se fueron desvaneciendo hasta coincidir en ambos usarla, y con cada amanecer, Katsuki entonaba nuevamente su canto esperando que la persona que apareciese fuera diferente de Kirishima, algo que nunca pasó, el tiempo se acababa y no tenía ni una pista del portador de aquel corazón puro – Creo que paso por hoy – Eijiro le estaba invitando a bailar en otro de tantos sitios que habían concurrido en medio de su búsqueda, pero el pelirrojo tomó su mano y lo arrastró a la pista atiborrada de personas
– Vamos, ya casi eres bueno en esto, recuerda que todo está en mirar a tu pareja – le sostenía gentilmente de la cintura mientras su otra mano se entrelazaba con la del oji-rubí, se miraban atenta e intensamente mientras giraban al ritmo de la música, un mísero día les separaba del éxito de su tarea, unos centímetros separaban sus acalorados rostros y en cuestión de segundos, aquella distancia desapareció, Kirishima besó castamente los labios del cenizo dejándolo en blanco, cediendo poco a poco a aquel dulce tacto, cuando se separaron, Katsuki corrió directo al mar
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Más vale tarde que nunca!!!
Una enorme disculpa, mi servicio de internet es horrible y ha estado en reparaciones, por lo que recién puedo actualizar, falta una última parte de este AU (sip, se me pasó muuucho la mano) pero bueno, sigamos con este Kiribaku month!!!
Nos leemos mañana!!! ciao!!!
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#Kiribakumonth 2022
Fiksi PenggemarHistorias cortas kiribaku con distintas temáticas (One-shots), en conmemoración del Kiribaku month 2022