HyungWon cruzó la puerta de su apartamento y tiró la mochila a un costado. Le dolía un poco la cabeza así que sin ánimos de nada se deslizó por el sofá. Su celular vibraba en su bolsillo. Prendió la televisión y sacó el aparato. Tenía más de treinta mensajes. La mayoría de números desconocidos. Tendría que llamar a su compañía para cambiar de número otra vez. Sus amigos pensaba que exageraba cuando decía que le llegaban demasiados mensajes y que tenía que ponerlo en silencio la mayor parte del día para no volverse loco. Pero un día, como todos estaban burlándose de él, sacó el celular, activó el sonido y lo dejó a un costado. Veinte minutos después, Kihyun se inclinó sobre la mesa, agarró el aparato y lo silenció.
—¡Dios mío! Cambia el número. Sino seguirán llamándote. En serio, no entiendo cómo lo soportas. ¿Siempre fue así? —preguntó su amigo con curiosidad.
—Bueno... una vez que entré en la adolescencia de repente parecía como si tuviera un maldito cartel de neón sobre mi cabeza. Y honestamente no lo entiendo —dijo con pesar. Kihyun frunció la boca.
Era verdad que la primera vez que había visto a HyungWon había pensado que era algún idol o modelo que había caído en su universidad por error. El chico era hermoso, nadie podía negar eso. Nadie se atrevería siquiera a pensar lo contrario. HyungWon era de una hermosura que quitaba el aliento y si bien al principio no habían querido acercarse por temor a ser rechazados como todos o que pensara que estaban intentando hacer alguna movida amorosa, luego de algunas semanas y notar que a pesar de tener siempre gente a su alrededor, el hermoso chico siempre estaba solo, decidieron acercarse a él. MinHyuk, por supuesto, fue el primero en romper el hielo. Un mediodía caminó hasta donde estaba HyungWon y se dejó caer enfrente a él. El chico se sobresaltó, pero se relajó cuando Min le sonrió y le estiró una mano.
—Hola. Soy Min. Y tranquilo, eres hermoso, pero no eres mi tipo. Así que, HyungWon, ¿verdad? ¿Eres alguna especie de estrella de rock o algún modelo?
El chico estuvo algunos segundos en silencio hasta que finalmente sonrió, más animado. Y así pronto los amigos de Min tomaron por asalto la mesa y lo integraron al grupo. Fue extraño para HyungWon que alguien se acercara a él para hablarle sin segundas intenciones y por primera vez en mucho tiempo, se sintió aceptado y feliz.
Contestó los mensajes de sus amigos que lo invitaban a comer pizza y luego se levantó para ir a ducharse. No tenía muchas ganas de salir, pero siempre ponía excusas y Kihyun lo amenazó con ir a buscarlo y arrastrarlo por el cabello si se negaba. Así que ahí estaba, cuarenta minutos después terminando de vestirse para salir.
Cuando salió de su apartamento, se encontró con dos de sus vecinas. Dos ancianitas muy dulces que siempre estaban llenándolo de pasteles y mimos.
—Buenas noches, señora Kim. Buenas noches, señora Kang. ¿Cómo están? Déjenme que las ayudo con esas bolsas.
Las mujeres eran todo sonrisas y HyungWon pronto se vio siendo jalado hacia abajo para que sus mejillas fueran apretadas por las dos mujeres.
—Muy bien, precioso. ¿Vas a salir? —preguntó una de ellas poniendo una mirada pícara—. ¿Alguna noviecita te está esperando?
—No, nada de eso —contestó riendo— iré a cenar con algunos amigos de la universidad.
—Pues es una lástima que un chico tan lindo como tú no salga con nadie. Tienes edad para estar besuqueándote por los rincones con alguien...
Ambas mujeres rieron y él se despidió entre risas.
'Si, como si eso fuera a pasar. Besuquearme con alguien...' —pensó con un dejo de tristeza.
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Nobody Else
FanfictionHyungwon es un joven de una belleza deslumbrante que atrae miradas y suspiros allá donde va. Sin embargo, tras años de ser juzgado solo por su apariencia y marcado por un error del pasado, ha aprendido a desconfiar de todos. Hoseok, un muchacho apas...