♡And then I found you

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Hoseok se quedó mirando la puerta verde un rato largo antes de dirigirse a la posada. Tenía que pensar muy bien los pasos a seguir. Subió a su habitación y se dio una ducha. Aún pensando en todo lo que había pasado. Se sentía eufórico. Alegre porque lo había encontrado y triste porque HyungWon aún lo odiaba. Pero no iba a darse por vencido. No. Iba a recuperar el amor de Wonnie. O al menos iba a intentarlo hasta el final.

Bajó al comedor e hizo un desayuno rápido y salió. Sacó su teléfono y marcó el número de HyunWoo.

—Hey, bro... —saludó alegremente.

—Todavía no está el repuesto...

—No me importa. Tómate todo el tiempo del mundo. Necesito que me envíes más dinero.

Hubo un ruido del otro lado.

—Te envié antes de ayer.

—Lo necesito —dijo rápidamente—. Encontré a Wonnie.

—Espera... ¿en serio? ¿Dónde se había metido?

—Bueno, no he podido hablar con él todavía. Lo encontré de casualidad...

—¿Qué te dijo? —preguntó su amigo.

—Que no quería verme más.

—Eh... Y por supuesto no vas a hacerle caso. ¿Me equivoco?

Hoseok sonrió.

—¿Crees que me iré así como así? Sin haber intentado algo. No. No puedo, Nunu. Lo amo. No puedo rendirme sin pelear.

Oyó a su amigo suspirar.

—Si, lo sé. De todas maneras no importa lo que yo pueda llegar a decirte. Estás loco, pero sé lo que sufriste por él. ¿Qué harás?

—Aún no lo sé. Algo se me ocurrirá... Y si al final él realmente no me quiere en su vida... Pues entonces me iré. Sólo necesito una oportunidad.

Caminó hasta el taller y le avisó al hombre que el repuesto llegaría en unos días y luego decidió comprar algo para llevarle a Wonnie. Sabía que le gustaban los pasteles de chocolate y preguntó por el mejor lugar para comprar uno.

Media hora después caminaba sonriente hacia la casa de su chico. Tocó el timbre y esperó. Y esperó. Y esperó hasta que el café se enfrío y desanimado se apoyó contra una pared.

—¿Buscas a alguien, muchacho? —Le preguntó una señora que llevaba varias botellas de leche de fresa en un carrito.

—Estoy esperando a mi amigo —dijo señalando la puerta verde.

—Oh, ¿buscas a Wonnie?

Hoseok asintió.

—Si. Debe estar durmiendo...

—No, nada de eso. Está trabajando ahora. Acabo de verlo en el local.

Hoseok se abanlanzó sobre la pobre señora que casi se cae del susto cuando lo vio acercarse a ella con tanto entusiasmo.

—¿Dónde está su local? —dijo demasiado exaltado hasta que vio la mirada de la mujer y relajó la postura—. Oh, es que le compré el desayuno y olvidé la dirección...

La mujer lo miró un rato largo, estudiándolo en silencio mientras él intentaba sonreír aunque se moría de ganas por zamarrear a la señora por jugar con su paciencia.

—Es a tres calles de aquí. En esa esquina —la mujer se giró y señaló al calle— doblas a tu derecha primero y luego a la izquierda. Librería Moon.

Hoseok en un arrebato de alegría, agarró a la señora por los hombros y le estampó un beso en la mejilla.

—¡Gracias! —dijo agarrando el desayuno y echando a correr hacia donde le había indicado la mujer.

Nobody ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora