♧I was just an only child in the universe...

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Hwi vació su octavo vaso de soju y sus ojos estaban vidriosos. Movía su cuerpo al ritmo de la música y se inclinó hacia la mesa agarrando de un brazo a Wonnie que estaba en las mismas condiciones que él. La nariz ligeramente colorada y los movimientos torpes.

—Ven aquí, virgen —le dijo su amigo pasándole el brazo por los hombros. HyungWon se echó a reír y a mover las manos por encima de su cabeza.

—Ya te dije que no soy virgen... Si tu, si tu hubieras visto al que era mi novio. Morirías de la envidia —balbuceó intentando enfocar la silueta de Hwi.

—¿Lo sigues queriendo?

HyungWon hizo un puchero con la boca y se acomodó el gorrito torcido.

—¿Qué? No, no. ¡No! Ya deja de hablar de ese estúpido... Pero era tan... tan... tan hermoso...

Hwi rebuscó en sus pantalones y sacó su teléfono.

—Llámalo. Dile que las fresas alcanzan para todos...

HyungWon soltó una risita y agarró una fresa de su canastita. Se la metió entera en la boca y gimió de placer.

—Mmm, rico, rico...

Se colgó la canasta en un brazo y empezó a dar vueltas riendo a carcajadas hasta que chocó con algo y cayó sobre su trasero.

—¡Ouch! ¿Qué...?

—¿Won... Wonnie? Oh, dios mío... eres tú...

HyungWon levantó la mirada y sonrió. Ahí estaba Hoseok. Luciendo precioso y perfecto. Tal como él lo recordaba.

—Mis pantuflas no eran ridículas, idiota —dijo para luego caer hacia atrás con las piernas y los brazos abiertos.

Hwi arrastró los pies hasta donde yacía su amigo y algunos locales se apresuraron a acercarse hasta ellos. Hoseok seguía parado en el mismo lugar mirando el cuerpo desmayado de su ex novio.

—¡Hwi! —una mujer vestida con unos pantalones rojos se cruzó de brazos y le echó una mirada reprobadora—. ¿Qué les dije sobre beber de esta manera? Vamos, ayúdame a cargarlo. Pobre Wonnie...

Hoseok entonces pareció despertar de golpe y se acercó a empujones.

—Wonnie, ¿estás bien? No debiste tomar tanto —dijo arrodillándose a su lado para empezar a levantarlo.

—Oye, yo te conozco —dijo Hwi riendo. Hoseok le sonrió y pidió que lo ayudara a levantar a HyungWon.

—Soy Hoseok. Un amigo de Wonnie... Debemos llevarlo a... ¿dónde vive?

Hwi parpadeó y frunció los labios, concentrado.

—A pocas calles de aquí.

Hoseok asintió y entre los dos lograron levantarlo.

—Lleva a Wonnie a su casa —dijo una señora que Hoseok reconoció como la mujer que lo atendió en el restaurant— y asegúrate de llegar bien tú también.

Hoseok aún no podía creer lo que estaba pasando. Wonnie, su Wonnie estaba ahí, desmayado en sus brazos. Si quería planear la situación seguramente no le saldría tan bien. Lo había buscado por más de dos años y lo había encontrado de casualidad.

—Oye —Hwi jadeaba por el esfuerzo de caminar con un peso muerto extra— ¿de dónde conoces a Wonnie?

Hoseok lo miró por un segundo y suspiró.

—Estudiábamos juntos —dijo cortante—. ¿Falta mucho para llegar?

Hwi señaló una casita con una puerta verde.

Nobody ElseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora