Nobody Else

◇Like a moth getting trapped in the light

Dos años antes...

HyungWon cruzó corriendo todo el parque teniendo como objetivo al muchacho alto que estaba de espaldas hablando por teléfono. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, saltó colgándose a la espalda ancha. El muchacho trastabilló pero no se cayó y giró la cara.

—¡Won! ¡Me asustaste! —protestó y esperó a que HyungWon se bajara. Luego sonrió y acercó su cara a la del alto—. ¿Qué estás haciendo por aquí? —preguntó y dejó un beso sobre los labios gruesos.

—Nos dejaron salir antes ya que el profesor Song no vino. ¿Qué hacías?

Ambos muchachos empezaron a caminar hacia la salida de la universidad.

—Estaba hablando con Kai. Esta noche iremos a festejar su cumpleaños.

HyungWon hizo un gesto y resopló. No le gustaba Kai y no podía disimularlo.

—Oh, vamos —dijo Sehun apretándole una mejilla de forma cariñosa—, ¿me acompañarás? ŽHyungWon miró hacia otro lado—. Di que sí...

Odiaba tener tan poco voluntad cuando de Sehun se trataba. Hacía algún tiempo que habían empezado a ser algo más que amigos, aunque ninguno de los dos se había animado a ponerle una etiqueta a la relación que tenían. Habían sido amigos desde hacía algunos años y después de un tiempo, HyungWon empezó a sentirse atraído por él y una noche, en donde ambos habían tomado un tanto demás, se besaron.

No hacían mucho más que eso. HyungWon era una persona algo pudorosa y su naturaleza romántica lo incitaba a esperar a que el momento fuera ideal. No estaba ansioso, pero una parte de él también quería ir un poco más allá de los besos.

—¿Por qué ese afán de torturarme de esa manera? —dijo dejando caer los hombros con resignación—. Sabes que tu amigo me detesta.

Sehun se cruzó de brazos, algo divertido con las expresiones que hacía su amigovio.

—¿No crees que exageras un poco? —HyungWon lo miró con enfado.

—Sabes que no. Pero si es tan importante para ti, iré.

Sehun lo levantó por la cintura y comenzó a dar vueltas, riendo.

—¡Bájame! —gritó HyungWon sofocando una risita nerviosa—. Si nos caemos, tendrás que cargarme a casa.

Caminaron a la par, rozando sus dedos de vez en cuando, pero sin agarrarse de la mano. Todavía no estaban preparados para eso y además a Sehun le daba un poco de vergüenza las demostraciones de afecto muy efusivas en público, cosa que HyungWon resentía porque le gustaban los gestos románticos y quería ser el protagonista de su historia de amor. Se despidieron rápidamente en la esquina de la casa de HyungWon y cada uno se fue por su lado.

Su madre estaba sentada en la cocina y apenas si levantó la mirada hacia su hijo.

—Hola, má...

Su madre apenas sonrió. —He arreglado una cita para ti— dijo—. Así que arréglate y hazme quedar bien.

HyungWon se acercó a la cocina.

—¿Mi opinión no cuenta acaso? —soltó con la voz inestable. Su madre lo miró sobre los lentes.

—¿Vas a negarte? Tienes diecinueve años, ¿cuánto más piensas esperar? Tienes que pensar en tu futuro.

—No iré. Ya tenía planes.

—Cancélalos. Mira, hijo, sé que estás negándote porque tu padre te metió esas ideas liberales en la cabeza, pero es por tu bien. No tenemos demasiado dinero y dios te ha dado belleza. No puedes desaprovechar esta oportunidad. La muchacha quedó prendada de ti y su padre es un hombre muy importante.