De tu canción mi historia

QUEVEDO

Bajo del avión. El viaje desde Canarias ha sido largo.

Cojo un taxi hasta el hotel y me preparo para irme de fiesta. ¡Buenos Aires me espera!

Entro a la discoteca, estoy en la zona VIP y puedo permitirme beber todo lo que quiera.

No sé cuántas copas llevo cuanto la veo a ella.

Se está pintando los labios de rojo y su melena danza junto a sus caderas a la misma velocidad que la música.

Me mira y me sonríe de forma traviesa, está junto a sus amigas, pero no me importa, me acerco y la invito a bailar.

Acerca su cuerpo al mío y bailamos durante lo que parecen apenas segundos.

Sus amigas le indican que es hora de irse, la acompaño a la salida y de forma seductora me susurra:

-Quédate un rato.

-¿Contigo?

-Si, ven que te enseño Buenos Aires.

Se despide del grupo y me lleva a su apartamento.

-¿Me cantas algo?

-Si me das un beso...

Entonces me besa, se quita la ropa y me empuja a la cama.

Follamos durante toda la noche y al despertar mis únicos pensamientos eran sus gemidos.

La levanto, recordando todas las posturas que hemos hecho, queriendo repetirlas todas mil veces más.

-Buenos días.

-Buenos días.

-Quédate conmigo.

-¿CÓMO?

-Vente a Canarias.

-¿Contigo?

-Si. Ya no quiero nada que no sea contigo.

-No me conoces.

-¿Y? Haz esta locura.

Recibo una negativa y salgo de su apartamento. Los siguientes días en Buenos Aires son terribles. Solo puedo pensar en ella. Antes de irme compro un spray blanco y escribo en su calle: "Las noches sin ti duelen"

Subo una historia a Instagram en el aeropuerto con la frase "aún te espero" y hago el check in.

Miro mi billete a Canarias y espero que ella haya recibido el suyo.

Subo el último al avión, tenía la esperanza de que ella apareciera corriendo por el aeropuerto.

Y cuando voy a sentarme, justo al lado de mi asiento allí está.

-¿Me enseñas Canarias?