𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚁𝚞𝚋𝚒̄ [•𝐎𝐟𝐟𝐆𝐮𝐧•]

🅿︎🆁︎🅾︎🅻︎🅾︎🅶︎🅾

- Te amo.

Un par de palabras hicieron que su corazón se acelerará haciendo que bombé más sangre de la que tiene, su estómago se revolvió, siendo las tontas mariposas enamoradas dentro de él, sonrió de manera dulce y sincera, dejando que esa sinceridad alcanzará sus perfectos ojos color azules, sus perfectos dientes mostrándose ante aquel gesto, dejando ver unos diminutos colmillos perfectamente definidos, sin pensarlo mucho, apretó a la persona, que le había dicho esas palabras, contra su cuerpo, como si quisiera dejar una marca en su propio cuerpo.

Llamenlo tonto, loco ó iluso, pero esas palabras eran las que hacían que sus días fueran maravillosos, y la persona que las dijo hacía que su vida sea perfecta ¿quien diría que después de tantos intentos, por fin estarían juntos? Y es que las cosas entre ellos eran un poco...mmm...¿Como decirlo?... Un tanto ¿complicadas? ¿Raras? ¿Imposible? Llamenlo cómo quieren, el punto es que nada ha sido fácil para ambos. Aún recuerda cuando llegó a la casa de su suegro para pedir permiso de salir con su hijo, fue realmente incómodo y molesto.

Desde mucho antes de salir de su manada tenía ese presentimiento de que algo hiva a pasar, sentía que su visita no sería para nada agradable en aquel lugar, y aún más sabiendo que son enemigos, bueno, al menos por parte de ellos, por que la manada eran bastante pacífica, cuando la dejaban tranquila.

Lo único que alivio un poco su preocupación y temor, fue el hecho de que sus padres aprovaran aquella relación, después de todo su padre es el Alfa de la manada, uno muy respetado y querido por todos, no sólo por ser Alfa, más bien era por la extraordinaria bondad que tenía y la paciencia con la que gobernaba la manada, incluyendo así a su madre, que es la compañera de su padre, y que con orgullo portaba la marca en su cuello, ella era el pilar de su padre, y lo seguirá siendo.

Y la sola idea de encontrar a su compañero y ser como sus padres, fue lo que le hizo salir de la manada para buscarlo, había intentado salir con varios o megas y betas de su pueblo, sin embargo su lobo siempre terminaba rechazando a todos, incluso a los de la manada vecina, nadie era suficiente para su lobo, y para él tampoco.

Se comenzaba a desanimar, hasta que la más absurda idea pasó por su mente, irse a los bosques prohibidos, eran llamados así por qué aquel bosque pertenecía a un aquelarre de vampiros, y por si fuera poco, las garrapatas odiaban a los lobos, no sabían el por qué de tal odio hacia ellos, pero preferieron mantener distancia para no ocasionar problemas.

Pero él de todas formas se adentro a aquel bosque, sintiendo como un escalofrío recorría su cuerpo con nada paso que daba, hacia frío, el lugar siempre parecía estar en tinieblas apesar del fuerte sol que había, además de la neblina que contenía este, lo hacía ver más misterioso, y ni mencionar la variedad de animales raros que habitaban ahí, y los sonidos extraños que hacían, eso lo volvía un lugar tenebroso, y apesar de ser lobo y Alfa, no podía evitar sentir miedo, estaba solo y no sabía cómo actuar si lo llegarán a atacar aquellos chupa sangre.

Por suerte él tenía el cuerpo caliente, aun si una tormenta de nieve viniese, su cuerpo seguiría igual o más caliente de lo normal. Trató de empujar el miedo que sentía en lo más profundo de su ser y camino a pasos lentos dentro de aquel bosque, escuchando las ramas crujir bajo sus pies a cada paso que nada.

Todo parecía estar tranquilo, de un momento a otro el aire se volvió pesado, los animales dejaron de hacer ruidos y una manada de pájaros volaron hacia arriba, se quedó inmóvil cuando escucho el viento soplar, prestando atención a su alrededor se puso en posición de ataque, su lobo se movió inquieto y soltó un pequeño gruñido cuando unas ramas a su costado comenzaron a moverse, puso mayor concentración en aquel arbusto, pelando ligeramente los dientes, estaba listo para atacar lo que sea que salga de ahí, sin embargo, la espera lo desesperaba, hasta que sin previo aviso, una pequeña bola cubierta de espinas por todo su cuerpo salió caminando como si nada, dejando aliviado al lobo.