- Hijo, sal a comer, no es muy saludable estar ahí encerrado, Jumpol.
La preocupación en la voz de su madre era más que clara, además de los toques en la puerta que reflejan desesperación por no poder ayudar a su cachorro. Cansada y rendida, da media vuelta y se va llorando, su Omega sufre por el dolor de su cachorro, con ese dolor se retira y baja en busca de su esposo para que la consuelen. Al bajar sollozando su Alfa la mira con preocupación, esta enseguida corre hacia el y se refugia en sus brazos, olfatando su aroma a lavanda y lluvia le hacia calmarse, pero no dejaba de llorar.
- ¿Que sucede mi bella Omega? - cuestionó preocupado el Alfa mirando tan débil y frágil a su Omega.
- M-mi cachorro, esta sufriendo A-Alfa. - sollozo la Omega con cada palabra mientras restriegaba su mejía en el pecho de su Alfa.
- Lo sé amor, pero no llores, nuestro cachorro lo superará. - murmuró el Alfa no muy seguro de sus palabras, pero tenía que calmar a su Omega.
- ¿C-cuando? Ya han pasado 5 años, y cada día que pasa se hunde más.
- Lo sé cariño, lo sé ¿pero que podemos hacer? Cada día se cierra más a nosotros, ya ni siquiera ha asistido a las juntas del consejo de la manada. Las muertes han aumentado mucho esta semana, sin mencionar que encontramos un par de betas a la orilla del río, ambos estaban deszollados. - frunció la frente el Alfa y apretó más fuerte a su Omega. - también tenían una mordedura en el cuello, es como si les chuparan la sangre y después les arrancarán la piel.
- Que horror. Por favor, no preocupes a Jumpol con eso, suficiente tiene con superarlo, solo no lo presiones.
- ¿Mamá, papá? - escucharon la voz de su hijo venir de las escaleras. Jumpol se veía realmente mal, las ojeras bajo sus ojos de un color morado y rojo, los labios resecos, el cabello opaco y las marcas de lágrimas que estuvo derramando toda la semana, son algunas de las pruebas físicas de que necesita ayuda, sin mencionar su situación emocional.
La Omega, al ver a su cachorro, se apartó de su Alfa y corrió hacia su bebé y lo abrazo, Jumpol se aferro al cuerpo de su madre y lloro nuevamente.
- Ya mi cachorro, mami esta aquí, shhh. - su madre acarició sus cabellos y lo arrullo cariñosamente, Jumpol olfato las feromonas de su madre, chocolate y galletas, sonrió, su madre lo reconforta a un poco, le ayudaba a calmarse, su lobo se relajo al sentir el olor de su creadora.
- Hijo. - llamó su padre que ha estado observando la escena y no aguanto las lágrimas al ver en mal estado a su cachorro. Jumpol levantó la vista y se encontró con los ojos de su padre, su madre lo soltó y este enseguida lo abrazo. - calma hijo, dinos que tienes, te ayudaremos, tú madre ya sufre por ti, no nos hagas esto. - pido el Alfa acurrucado a su hijo en su pecho, como todo padre sintió ese instinto de protejer a su cachorro de todo lo malo, pero esta vez no podía, por que eso estaba muy dentro de su corazón.
- Lo siento, por preocuparnos, es solo que... Hice algo... Y-yo enloquesi... Y estuve apuntó de matar a Arm. - confeso tenebroso, su madre se sorprendió al escuchar las palabras de su hijo.
- Pero...¿Qué fue lo que pasó?
- Él dijo que mi compañera era Milk, y eso a mi lobo no le gustó, agredi físicamente a Arm, mamá. - murmuró con la cabeza abajo, sus padres se miraron entre sí y lo llevaron hasta la sala donde lo sentaron en sofá.
- A ver, eso quiere decir ¿que, no les has dicho? - pregunto su padre mirando como Jumpol asentia. - ¿Por qué hijo? Son tus amigos, deberían saberlo, Arm no tuvo la culpa por lo que dijo, ellos no saben.
- Ya sé, pero es difícil, me siento mal por ocultarse los...
- ¿Ocultar nos que? - la voz de Tay resonó por la casa, los tres se voltearon y encontraron un sonriente Tay que venía entrando, la madre de Jumpol lo invitó a sentarse y este aceptó con gusto. Jumpol se tenso al verlo ahí, y más aún cuando apareció Arm detrás de Tay, se sentía avergonzado. - hola amigo ¿como estas? - cuestionó preocupado Tay, tomando asiento a un lado de Arm, quedando frente a Off.
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𝙲𝚘𝚛𝚊𝚣𝚘́𝚗 𝚁𝚞𝚋𝚒̄ [•𝐎𝐟𝐟𝐆𝐮𝐧•]
FanficGun, el Rubí perdido de Off, el lobo Alfa de su manada. Off, buscando su Rubí perdió, al amor de su vida que le fue arrebatado y le hicieron creer que había muerto.