No logró emborracharse más. No cuando Lily enloquecía junto a él. ¿Cuánto había bebido? ¿Un trago? ¿Dos? ¿Seis? ¿Doce?. Perdió la cuenta en cuanto la pelirroja se alejó, arrastrando a uno de sus nuevos amigos a la improvisada pista de baile en medio de la sala de estar.
Miró su reloj, le costó un poco más de lo que admitiría enfocar los números, pero no demasiado. Dos y media de la madrugada. Joder. Harry pidió que se reportaran a eso de las dos, no lo habían hecho, o al menos no que él supiera.
Debía estar neurótico.
Sacó su teléfono para enviarle un mensaje a su padre. Sin batería. Genial. Lily estaba demasiado lejos para pedirle su celular y James... Maldita sea, tenía que buscarlo.
No fue difícil, no se había movido más de algunos pasos de su última ubicación. Lo complicado era llamar su atención, ya que lo que antes fue una conversación en susurros con un diminuto roce de labios, ahora era un arrimón en toda la regla. Su corazón dolió un poco más.
Carraspeó, no obtuvo respuesta. Tocó el hombro de James, a lo que el chico reacción con un gruñido sin despegar la boca de Laila.
Bueno, James no era opción. Solo le quedaba... ¡Albus! ¡¿Cómo se había olvidado de buscar a Albus?!.
Ay no, ay no. Maldijo en su cabeza el momento en que permitió que James lo alejara de él.
Le prometió a Harry que mantendría un ojo sobre sus hijos, que terrible guardián había resultado, pensó en eso mientras abría puerta tras puerta en el piso de arriba.
Suspiró tranquilo al encontrar lo que buscaba detrás de la tercera puerta.
Albus miraba a través de la ventana, a la calle posiblemente desierta dada la hora. Inhalaba y exhalaba profundamente, Scorpius tardó unos vergonzosos quince segundos en darse cuenta de que al exhalar expulsaba humo.
-Por favor, dime que eso no es marihuana.
El pelinegro ni siquiera se inmutó por su presencia. Tampoco se dio la vuelta para responder.
-Obviamente no. Es hachís.
-¿Qué demonios es el hachís? -Se acercó hasta estar parado junto a él.
-Como la marihuana. Pero más relajante -Ah no bueno, que diferencia. Albus lo observó como si fuera idiota, pero casi inmediatamente su mirada brilló con diversión- O eso me dijo el tipo en la escalera que me lo dio cuando, muy inteligentemente, pregunté "¿Qué demonios es el hachís?".
Albus se apartó de él, sentándose en la cama a su izquierda. Scorpius esperó un poco antes de seguirlo.
-Recuerdo muy claramente a tu padre diciendo que no podían drogarse ¿Puedo saber que te incitó a hacer algo como esto?.
No podía creer que don perfecto estuviera en una habitación solitaria en el medio de una fiesta, fumando un cigarro de hierva y luciendo lo más condenadamente relajado que lo había visto desde que lo conoció.
-Tengo un debate el lunes sobre el uso de las drogas recreativas. Me tocó el lado a favor -Dió otra fumada profunda antes de soltarlo en dirección al techo- Me gusta hablar con base.
-Entonces te estás drogando con fines educativos. Vaya, esa es nueva.
-¿Quieres un poco?.
Le bastó imaginar la expresión de su padre al enterarse que había consumido sustancias estupefacientes para saber que responder.
-No, pero gracias por la oferta.
Definitivamente Draco no compraría eso de "No es marihuana, es hachís" y mucho menos el "Es con fines educativos".
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Pelear, besar y... ¿Como es que iba?
FanfictionAlbus y Scorpius pasan de tener una rivalidad a ser... ¿Besamigos?. Claro, antes de llegar a eso habrá mucho drama y un poco de violencia. Au sin Voldemort, ni magia. Solo chicos muggles corrientes siendo adolescentes molestos. ¡Harry Potter no...