Creció entre muerte, amor y dolor, pero el destino la llevo a creer que todo aquello había quedado en el pasado, que los abusos y los mandatos habían quedado como parte de su niñez, como simples recuerdos.
Pero todo eso cambia cuando todo su pasado...
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- Escúchame Victoria tienes que hacerme caso - dice mi padre tomando mi rostro entre sus manos mientras el llanto no me deja pensar con claridad
- Que está pasando papi, donde esta mamá - digo llorando mientras él toma una de mis tantas mochilas y comienza a meter papeles y dinero rápidamente
- Mamá estará bien, ella está a salvo, pero necesito que tomes mi mano y no la sueltes hasta que yo te lo diga ¿Está bien? - pregunta lo ultimo acercándose rápidamente a mi para colocarme la mochila
- Si - digo mirándolo
- Buena niña - dice besando mi frente para después sacar su arma del pantalón y tomar mi mano fuertemente
Corremos por las escaleras mientras veo charcos de sangre en el suelo y puedo ver a algunos de los hombres que nos cuidaban disparar hacia otros más tratando de entrar a la casa.
- Aeron - reconozco el grito de mi tío Igor haciendo que mi padre detengas sus pasos hacia la puerta de atrás
- ¿Donde esta Sara? - pregunta mi padre mirándolo con temor, lo puedo reconocer en su rostro
Puedo ver como mi tío solo baja la mirada y el agarre de mi padre se intensifica en mi pequeña muñeca haciendo que suelte un pequeño quejido.
- Sácala de aquí - demanda mi padre soltando mi mano para cargarme y darme un beso en la frente
- Papá - digo sin entender cuando me pone en brazos de mi tío
- El tío Igor estará contigo, confía en él y se una buena niña mi princesa - dice besando mi frente por última vez para después caminar hacia fuera del pequeño pasillo que conduce a la salida trasera
- ¡NO PAPÁ! - grito mientras los disparos se intensifican en mis oídos y lo veo alejarse de nosotros
- Tranquila princesa todo estará bien - escucho la voz del hombre que me tiene en brazos, pero es como un susurro mientras mi mirada no se aparta de la figura de mi padre frente a alguien más y después de escuchar un último disparo lo veo caer al suelo
- ¡PAPÁ! - grito con todas mis fuerzas mientras las lágrimas caen por mis mejillas y los intentos de alejarme para correr hacia él se hacen nulos al salir de la casa y subir a una de las camionetas
19 AÑOS DESPUÉS...
- ¿Donde se encuentra mi padre? - pregunto a la secretaria en cuanto salgo de su oficina al no encontrarlo ahí
- Señorita Belov su padre se encuentra en la sala de juntas - dice la secretaria sonriéndome
- Gracias Susan - digo sonriéndole para caminar hacia la sala de juntas donde puedo escuchar gritos
- ¡Ella no esta lista! - escucho el grito de mi padre
- Llevas retrasando esto desde hace 4 años Belov, ella tiene que responder y tomar su cargo como le corresponde - escucho otra voz que no reconozco
- Papá - digo entrando lentamente y puedo ver que la sala de juntas se encuentra llena por 8 hombres que me miran con ¿Respeto?
- ¿Victoria que haces aquí? - pregunta mi padre acercándose hacia mí con esa mirada de amor que he recibido desde hace años sin importar sus problemas
- Te estaba buscando para hablar sobre las inversiones en Madrid, pero creo que no llegue en buen momento - digo regalándole una sonrisa para después caminar hacia la puerta, pero su agarre en mi brazo me lo impide
- Quédate - dice mirándome con tristeza en sus ojos
- ¿Qué está pasando? - pregunto en un susurro que sé que escucha mientras veo como los hombres en la sala se levantan de sus lugares
- Victoria ellos son nuestros socios, el señor Francisco Ramos de España - dice señalando a un hombre alto, moreno y de ojos chocolate que me regala una linda sonrisa la cual correspondo - El señor Roland Nilsson de Suiza - dice ahora señalando a un rubio que no se ve que pase de los 40 años - Timur Rusu de Moldavia - mira a un hombre pelinegro - Iván Shevchenko de Ucrania - ahora señala a un rubio que me regala una mirada tranquila - El señor Vladimir Brankovic de Serbia - terminoa mirando a un pelinegro de linda sonrisa y muy apuesto - Stefan Bartosz de Polonia - dice ahora hacia el hombre a mi derecha que me regala un asentimiento - Daniel Andersson de Suecia - dice dirigiéndose al que se encuentra a su izquierda - Y el señor James Gómez de Colombia - concluye mirando al que se encuentra en la otra punta de la mesa
- Es un placer - digo regalándoles una sonrisa
- El placer es todo nuestro Señorita Ivanov - dice el suizo haciendo que un escalofrió me recorra la espalda al escuchar mi apellido
- Papá - digo mirándolo con temor
- Es hora de que asumas tu lugar en el negocio y que tomes lo que es tuyo por derecho - dice mirándome con respeto y seguridad
