La única ventaja que aprendí de jugar con fuego es que aprendí a no quemarme. Puedo ser dulce y mantener la apariencia de mujer segura, linda y tranquila, pero es solo una máscara, crecí como la princesa del infiero y ahora me convierto en su reina a la que sus demonios le piden un infierno más grande.
- ¿Tomaste tus pastillas? - pregunta mi padre en cuanto bajamos del avión
- Siempre lo hago - digo besando su mejilla para caminar hacia las camionetas donde más de nuestros hombres se encuentran en vigilancia
- Listos para la fiesta muchachos -digo riendo mientras ellos sonríen y asienten
- A la hora que usted disponga señorita - dice Kesar haciéndome reír
La junta con los demás clanes había comenzado hace una hora y yo no esperaba el momento para largarme, nada de lo que hablaban me incumbía, no me importaba si Suiza o Polonia dejaban de abrirle sus puertas a Rusia porque ya no querían a Alexei Stepanov como jefe.
- Soy quien maneja el negocio señores, si no les gusta pueden retirarse, pero el dinero y lo que tienen se queda conmigo - dice Alexei molesto
- No puedes hacer eso - dice Iván levantándose de su asiento
- ¡Yo les di todo, todo lo que tienen es gracias a mi! - grita Alexei levantándose, pero entonces el sonido de la puerta siendo abierta hace que todos miremos hacia ella y mi garganta duele al verla de nuevo
- Lamento la tardanza, pero la invitación no llego - dice ella caminando con una elegancia que me deja con deseo de mirarla caminar todos los días
- Esta puta quien es - dice Stepanov molesto mientras la mira
- Damien - dice ella mirando al chico que se encuentra a unos pasos de ella y entonces el hombre camina hacia Alexei y lo sienta de un tirón haciendo que contenga mis ganas de reír, es entonces que de un momento a otro ella tiene a todos apuntándole con sus armas menos yo y Becker junto los socios de Rusia que reaccionan apuntando en contra de los demás protegiéndola.
- Les recomiendo que bajen las armas - dice ella tranquila mientras con la mirada recorre a cada uno hasta llegar a mí y mirarme con confusión
-Escuchemos a la señorita - dice Frederick mirándola desde su lugar- Mi nombre es Victoria Ivanov, hija de Aeron Ivanov y vine a cumplir con lo que dicta mi apellido, vengo a tomar lo que me corresponde, Rusia ahora es mía - informa con seguridad haciendo que todos la miremos confundidos
- La hija de Ivanov murió - dice Frederick
- Nada de eso paso, la familia Stepanov así lo hizo creer, también como hizo que todos creyeran que mi padre había sido un traidor al hacer negocios con el FBI, todo fue un maldito plan para quitarnos lo que nos correspondía y quedar como dueños de lo que le perteneció a mi familia
- ¡Eso es mentira! - grita Alexei levantándose
- Tengo pruebas de ello - dice ella sacando papeles de un maletín, así como un video en una computadora donde se ve perfectamente como Ernesto Stepanov le dispara a traición a Aeron Ivanov y cada uno de los papeles muestra como los Stepanov estuvieron robando por meses a su familia
- Rusia es mía - dice ella mirándolo con enojo y odio acumulado
- No dejare que lo tomes - dice el acercándose a ella, pero uno de sus hombres se lo impide
- Lamento decirte querido que ya lo hice - dice ella regalándole una sonrisa burlona
- ¡Que le hiciste a mi padre perra! - grita tratando de tocarla, pero se lo impiden
- Lo que el mismo le hizo a mi padre, espero que tomes esta oportunidad como un agradecimiento Stepanov, no te quiero ver cerca de Rusia o tú serás el segundo, tu madre y hermana fueron trasladadas a Los Ángeles, les alcanzara para vivir por lo menos un año - dice ella seria
- ¡Eres una maldita, te juro que te hare pagar!- dice el gritándole
- Quien no conozca la reacción de mis demonios, no debería de darse la tarea de provocarlos Alexei - dice ella con amenaza y entonces sus hombres se lo llevan fuera de la sala
- Es bueno volver a verla - dice Vladimir acercándose para tomar mi mano y dejar un beso en el dorso
- Les dije que no los dejaría - digo mirando a mis socios
Después de hablar por un rato para arreglar negocios solo quedamos Emir Rizzo y yo.
-Señor Rizzo - digo caminando a su lado hasta salir al pequeño balcón para refrescarnos un poco
-Jamás creí que - comienza, pero lo interrumpo
-¿Qué fuera así de perrao que fuera la mujer a la que rechazo? - pregunto sonriendo
- Yo no la rechace - dice, pero se calla
-Lo entiendo, no quería un paquete con el cual cargar, no quería una mujer que se la pasara pidiendo y haciendo berrinches - digo riendo, pero por dentro como me duele que el amor de mi vida desde pequeña ni siquiera tratara de regresar a mi lado
Aquel día que lo vi fuera de la empresa no lo reconocí ya que de él solo tenia una foto de cuando era un adolescente que mi padre me dio a petición mía cuando me enteré del matrimonio, pero los años habían hecho cambiar a ambos.
- Yo jamás dije - dice, pero lo interrumpo de nuevo
- No diga nada señor Rizzo, ninguno de los dos quería un matrimonio y en parte le agradezco porque no quiero estar atada a alguien que no se tomó ni siquiera el tiempo de conocerme y mucho menos buscarme, mi padre me ha tratado como su prioridad toda mi vida, no soy segunda opción de nada - digo entregándole la carpeta con el tratado firmado
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DOLOR Y SANGRE
RomanceCreció entre muerte, amor y dolor, pero el destino la llevo a creer que todo aquello había quedado en el pasado, que los abusos y los mandatos habían quedado como parte de su niñez, como simples recuerdos. Pero todo eso cambia cuando todo su pasado...