Creció entre muerte, amor y dolor, pero el destino la llevo a creer que todo aquello había quedado en el pasado, que los abusos y los mandatos habían quedado como parte de su niñez, como simples recuerdos.
Pero todo eso cambia cuando todo su pasado...
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-No hay nada de él por ningún lado – dice Seth entrando al despacho
- ¿Crees que ataquen Rusia primero? – pregunto mirándolo
- No lo sé, puede ser, cayendo Rusia los demás son como dulces para niño – dice mirándome
-Tendremos que esperar a que de el primer golpe – digo – Quiero a todos los hombres armados y preparados – ordeno a Damien el cual asiente y sale rápidamente
- Ya escuchaste Rocco – dice Emir mirando a el rubio el cual sale
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- Acaban de atacar Samara – avisa Seth llegando a mi lado mientras veo que rutas hay hacia nuestra trampa
- Vienen para acá, en cuanto lleguen nos vamos – digo mirándolo
- Bien – dice y camina hacia los hombres preparando todo
- No quiero que vayas – dice Emir a mi lado
- Tengo que hacerlo – digo mirándolo – Tengo que terminar con todo esto – digo acariciando su mejilla
- Iré contigo – decide tomando mis manos
- No, te necesito en Italia, aquí tengo los suficientes hombres para atraparlo, si me pasa algo quiero que tomes mi puesto – digo
- No puedes estarme diciendo esto – dice frustrado
- Sabes lo que tienes que hacer – digo besando sus labios
- Hora de irnos – dice Damien
- Te amo – digo mirando a Emir por ultima vez para después caminar hacia las camionetas y salir del perímetro de civiles hacia la frontera
- ¡Bien que comience el juego señores! – grito cuando dos camionetas comienzan a seguirnos
- Nos esperan en la frontera – dice Seth al ver que no atacan
- Pues ya veremos quien sale de esto – digo cargando mi arma para ponerla tras mi espalda – ¿Dónde está su hijo? – pregunto
- Va en la camioneta de enfrente junto a Damien y mis hombres – me avisa
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- ¡Baja de la maldita camioneta Ivanov! – grita Frederick cuando sus hombres están rodeándonos
Bajo de la camioneta y camino hacia el hasta quedar a unos metros frente a frente junto a Seth a mi lado.
- Quiero a mi hijo – dice mirándome
- Lamento decirte que eso no será posible – digo
- Lamentaras haberte metido conmigo – dice con rabia
- Te dije que pagarías por la muerte de mi padre, crees que si comienzas una guerra eso me hará retroceder y entregarles lo que quieren – digo con burla – Eso jamás pasara, quieres a tú hijo y yo quiero al maldito de Lukas Krause – digo
- Te lo entregare si me das a mi hijo – dice acercándose
- No creo que me convenga ese trato, así que porque no mejor me dices donde lo puedo encontrar y terminamos con esto – digo
De un momento a otro ellos sueltan un primer disparo que va directo a uno de los hombres de Seth haciendo que comencemos a atacar. Corro hacia la segunda camioneta para cubrirme y abrir la puerta.
- ¡Baja! – grito hacia el chico que me mira asustado
- Por favor no me mates yo no hice nada – llora mientras apunto con mi arma a su cabeza
- ¡Ambos sabemos que eso es mentira, cuantas mujeres no asesinaste a sangre fría, cuantos niños quitaste a sus madres al asesinarlos lentamente! – grito con enojo mientras camino hacia el centro de todo haciendo que paren las balas
- Dámelo – dice el Alemán acercándose pero Seth le apunta
- Pide que bajen las armas – digo mientras hinco al chico en el suelo
Al ver que no lo hacen quito el seguro.
- ¡Bajen las putas armas! – grito una vez mas y obedecen
- Quítenselas – digo hacia los hombres tras de mí que comienzan a levantarlas del suelo e inspeccionar que no tengan mas
- Que se siente – digo hacia el rubio que me mira con odio – Es sencillo cuando le quitas la vida a alguien que te estorba no es así, alguien que no te interesa si tiene familia o no ¡Si estorba lo mejor es desaparecerlo! – grito con rencor y enojo
- No quería matar a tú padre – dice acercándose
- Y yo no quería matar a tú hijo – digo para después disparar sin ningún signo de remordimiento o arrepentimiento
