Creció entre muerte, amor y dolor, pero el destino la llevo a creer que todo aquello había quedado en el pasado, que los abusos y los mandatos habían quedado como parte de su niñez, como simples recuerdos.
Pero todo eso cambia cuando todo su pasado...
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Mi corazón murió completamente al perder a mi último pedazo de alma, él se había encargado de hacerme una persona rencorosa, con ganas de venganza y con mucho odio en mi corazón, me quito por completo mis ilusiones, mis logros, mi esperanza, mi amor, mis lágrimas, mi inocencia, mi paz. No sabia que una persona podría matarte en cuestión de segundos y tampoco sabia que te diera las ganas de vivir a la misma vez.
Él me había dejado sin nada, me quito todo completamente y fue entonces que lo odie, odie a Dios, a mis padres, a el mundo, odie a cada ser humano sobre la tierra y eso me hizo lo que soy ahora, una mujer sin sentimientos, sin sueños, sin esperanzas de vida, solo quedo una mujer rota llena de odio y con esperanza de matar a todo aquel que la quería ver muerta y lo consiguió. Me mantenía en pie solo para llegar a ver a todos aquellos que me dañaron suplicando por mi perdón y no descasaría hasta conseguirlo.
- Victoria, todo está listo – dice Damien entrando al despacho
- Quiero esos cargamentos aquí Damien no me falles – pido mientras me levanto para abrazarlo
- Jamás lo aria – dice en mi oído
- Comenzaremos con quitarle lo que le importa, por él – digo conteniendo las lagrimas
- Los aremos pagar, te juro que así será – dice tomando mi mano con fuerza para despues besar mi frente y salir dejandome sola
- Te buscan – la voz de Franco interrumpe mis pensamientos
- ¿Quién?– pregunto confundida ya que nadie sabía dónde me encontraba
- Vienen del FBI – dice bajamente haciendo que mi frustración regrese
Camino fuera y cuando llego a la sala puedo ver a un grupo de cinco hombres y fuera algunos otros rodeando la casa mientras cada uno apunta a mis hombres.
- Victoria Ivanov – dice el hombre mas alto de los presentes acercándose
- Creo que se equivocó de lugar – digo con una sonrisa burlona
- No lo creo – dice sonriendo al igual que yo
- Vayamos al grano ¿Qué es lo que necesita? – pregunto rápidamente mirándolo burlonamente
- Tenemos ordenes de llevarla presa – me informa acercándose
- Vaya, así que ahora es así – digo riendo mientras me acerco a él – Ahora que están tomando Rusia ya no les sirvo más – digo riendo al entender todo
- Señorita por favor no haga esto más complicado – dice uno de sus hombres metiéndose en la conversación
- ¿Creen que todo se acabara llevándome y dejandome pasar los próximos años en la cárcel? – pregunto con burla – Para mi no significa nada hacerlo, yo no perdería nada, tuve una buena vida, no me queda nadie, sería el maldito paraíso para mí – les explico mientras sonrío con burla
- ¿Qué quiere decir con eso? – cuestiona el hombre frente a mi confundido
- Porque no se sienta y hablamos, incluso puede llamar a su superior si así lo quiere y que escuche lo que tengo que decir – digo mientras camino hacia la gran sala y ellos me siguen – Para ustedes y el país seria una guerra segura, ¿Crees que nadie querrá tomar el cargo de la Federación? no nos hagamos tontos usted coronel conoce muy bien de lo que le hablo al igual que sus hombres – digo mirándolos a todos – Sin mi al mando ellos se pelearan por ser el jefe de jefes y cuando eso suceda querrán tomar Rusia así como lo intentan ahora, querrán tener al gobierno sumiso y hacer lo que quieran con nuestro país, será una guerra no solo económica sino civil, yo envió mercancía a otros países y manejo empresas para mantener al gobierno estable, tener tratados y no tener que vender mercancía a nuestra propia gente, mantengo asilos y orfanatos, si me encierran todo se ira a la mierda y tendrán que prepararse para la guerra que viene – les explico sonriendo – Pero claro que esa es su decisión y la de sus superiores, pero si me ayuda y nos mantenemos en paz puedo otorgarle a todos aquellos que se están queriendo apoderar de mi mando y que han comenzado a enviar cargamentos a nuestras fronteras para venderlas a nuestros civiles – le ofrezco la opción mientras lo miro con seriedad
- ¿Por qué si esta al mando sucede todo esto? ¿No se supone que usted lo puede controlar? – me cuestiona uno de sus hombres con burla haciéndome sonreír
- Porque yo morí para ellos y me conviene que siga así por ahora, si nos unimos yo regreso a mi puesto cuando sea necesario y a cambio le entrego a aquellos que nos quieran hundir – explico a el Coronel sin darle importancia al hombre que antes hablo
