¿Es posible dejar de sonreír?
–Lauren- escucho el suave sonido de la voz de mi hermana llenando mis oídos, inevitablemente me giro aun con mi sonrisa y asiento en su dirección.
-¿Qué ocurre?- pregunto mientras vuelvo a mi faena, comienzo a picotear la tierra constantemente esperando que ella pueda soltar lo que quiere decirme.
-¿Por qué sonríes tanto?- me pregunta y aquello causa que Chris deje de picotear y alce su rostro hacia mí. Yo me detengo con el pico aun en el aire y lo bajo hasta dejarlo posado en mi hombro, quito mi sombrero, limpio como puedo mi frente y me aireo con el mismo.
-No estoy sonriendo- digo y mi entrecejo se frunce causando que ambos se rían.
-¿Ocurre algo chicos?- mi padre golpea al hombro de Chris y este niega en mi dirección al igual que Taylor. Todos nos quedamos en silencio, un silencio cómodo como que ninguno estaba allí para abrir la boca.
-Lauren le está haciendo trampa a Chris- dice Taylor y nuestro padre sonríe en nuestra dirección.
-Eso te pasa por no ser más rudo- comenta con gracia mi padre a mi hermano y este hace pose de fortachón causando que todos comencemos a reírnos.
-¡Jáuregui!- se escuchó el sonido alto de la voz de nuestra madre, los cuatro giramos en dirección y vemos como nos hace señas para que podamos ir directamente hacia la casa.
Bajamos las herramientas y las dejamos allí para ir de camino a la casa, siento como Chris está empujando mi cuerpo por el hombro y como Taylor está haciendo cosquillas en mis costados.
-Tenemos que hablar- murmura Taylor cuando estamos solo los tres.
-¿Por qué?- pregunto a mi hermano que me esa mirando como si no puede creer lo que estoy preguntando.
-No sé qué te paso, pero te vemos un poco diferente- dice este y vuelve a golpear mi cuerpo hasta entrar de nuevo en la casa.
-La comida está servida- escuchamos a nuestra madre e inevitablemente todos sonreímos –Lávense las manos- todos asentimos y salimos hasta el pequeño tanque y cada uno toma un cántaro y comenzamos a lavar nuestras manos, brazos y rostro.
Estamos todos juntos entrando y cada uno se sienta en una de las sillas, la comida ya está servida y cada uno comienza a comer luego de dar las gracias a nuestra madre por la deliciosa comida.
-Clara- dice mi padre y mi madre atenta alza la mirada hacia el –Hace unos día estuve hablando con uno de mis amigos agricultores y está dispuesto hacer un cambio- comenta el y mi madre le mira intrigada.
-¿Qué tipo de cambio?- pregunta mientras está comiendo un trozo de carne, yo vuelvo a dirigir mi mirada hacia mi plato de comida, estoy tomando un poco de la carne junto a un poco de puré de papas.
-Trigo molido- comenta el y mi madre ladea la cabeza.
-¿Se puede hacer panes con él?- vuelve a preguntar ella y el asiente –Sería maravilloso entonces, Michael- le responde ella y mi padre asiente.
-Imagine que sería de tu agrado, había hecho el trato por unos cuantos kilos de verduras- termina de comer.
-¿Cuándo iras?- pregunta ella mientras se levanta y recoge todos los platos con la ayuda de Taylor que está comenzando a reunirlos para salir a lavarlos.
-Hoy, quedamos en encontrarnos hoy, pero se me había pasado por alto cuando me toco sacar la siembra y venderle las batatas y las calabazas al hombre de la cuarta esquina- Chris está mirándome entrecerrando sus ojos y yo sonrió en su dirección.
-¿Nos permiten?- pregunto hacia mi padre para poder levantarme, este asiente y ambos nos levantamos mientras mi padre se levanta y camina hacia mi madre, este deja un beso en sus labios.
-No pienso ir solo- dice el mientras se aleja de ella, estamos saliendo de la casa cuando se escucha la voz de mi madre.
-Llévate a Lauren- ella sonríe en mi dirección, casi nunca ella ofrece a que le acompañe, pero en los dos días anteriores a esta mirándome mucho y creo que por ello he tenido mi rostro agacha frecuentemente.
-Sí, era a quien me llevaría- palmea mi espalda y mueve un poco mi cuerpo cuando el aprieta en un abrazo –Prepara los caballos- aprieta mi hombro nuevamente y asiento en su dirección mientras salgo junto a Chris.
-Vamos- mi hermano codea mi abdomen y me ayuda a ensillar ambos caballos antes de que llegue mi padre con un costal lleno de verduras sembradas y cosechados por nosotros.
-Andando hija- mi padre sube a su caballo y yo al mío. Joshua es mi caballo, le doy una caricia y veo como Chris está subiendo el costal al caballo en donde va mi padre y lo ajusta un poco.
El comienza a cabalgar y yo al lado de él, salimos de nuestras tierras y comenzamos andar.
Estamos entrando a una casa muy parecida a la nuestra pero lo hermoso de esta es la forma en que se puede ver aquel manto dorado que imagino es el trigo del cual mi padre estaba hablando, es curioso y muy atrayente.
-Hermoso- murmura mi padre a mi lado y asiento ida en la distancia mirando hacia el mismo lugar que él estaba mirando. Hasta que vemos salir a un hombre de la casa, su sombrero cubre su cabeza y va hacia la entrada para que nuestros caballos puedan llegar hasta la casa.
-Jáuregui- extiende la mano, mi padre la aprieta y sonríe en su dirección.
-Cabello- responde mi padre –Ella es Lauren, una de mis hijas- asiento hacia el hombre estrechando su mano.
-Vengan- señala hacia uno de los costados de la casa.
-Primero bajemos esto- dice mi padre y este espera que tanto mi padre como yo terminemos de quitar el nudo y bajarlo.
-Yo lo llevo- digo y lo subo a mi hombro, el hombre me mira y asiente mientras llegamos a la parte trasera de la casa en donde se puede ver mucho mejor la inmensidad del terreno.
-Déjalo aquí- dice el hombre con una sonrisa en su rostro, asiento bajando el costal y dejándolo en una de las esquinas.
-Padre ya lo he traído- escucho aquella voz y mi corazón se detiene.
-Jáuregui, ella es una de mis hijas, Camila- la presenta y mis ojos se quedan fijos a los de ella e inevitablemente una sonrisa aparece en nuestros labios cuando nuestros padres se giran y comienzan hablar.
-Lauren- dice ella con una sonrisa perfilando en su rostro.
-Camila- le respondo imitandola. Ella hace una seña con su cabeza y camino a su lado hasta que llegamos a un gran árbol.
Ella se sentó y yo al lado de ella, e inevitablemente hice lo que mi corazón creía correcto, me acerque y deje un beso casi cerca de sus labios. Cuando me aleje sus ojos color chocolates me veían atentamente con una sonrisa en sus labios y ella repitió mi acción.
Y allí justo allí, mi corazón latió ferozmente queriendo salir de mi pecho.
*Disculpen los errores*
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Un amor a la antigua (Camren Doble G!P)
RomanceUna historia de amor en tiempo pasados. Inglaterra 1799. Siglo XVIII Historia de mi autoria.