Capítulo I

3.6K 169 26
                                    




Inglaterra 1799...


Guardar el silencio de sus labios, mirar al suelo por no ser digna de un amor, sus manos rusticas por el trabajo fuerte que debe realizar. No alces el rostro y por nada del mundo que tus labios se separen a menos que te lo pidan. Vivir en el mundo de tus pensamientos porque la realidad no es el mejor lugar para vivir.

Karla Camila Cabello Estrabao, es una adolescente que nació con una deformidad en sus genitales, su desarrollo genital fue el de un hombre aunque todo indicaba que ella sería una niña. Nadie para la época del siglo XVIII veía esto como una normalidad.

Sus padres le hacían bajar el rostro para que no sea identificada, querían encerrarla en casa y que nadie la viera, pero el mundo no podía ser solo eso. Ella ayudaba a su padre en todo lo que estuviera a su alcance. Su pequeña hermana Sofía era su fiel compañera de aventuras cuando vagaban por los suaves campos de trigos de los cuales su familia sembraba y cultivaba para vivir.

Al ser medio chico tenía que esforzarse como tal, ella nunca se opuso porque trabajar la tierra la hacía más invisible entre los inmensos campos. Pero no todo podía ser bueno para la jovencita Camila ya que si era descubierta como lo que era, una mujer intersexual, moriría en la horca.


A las afueras de las tierras de los Cabello Estrabao...


Una jovencita vivía con su cabeza agacha, sus manos rusticas por el trabajo que hacía en los campos. La mayoría del tiempo vivía en silencio cuando salía a la calle junto a su madre, su belleza pasaba desapercibida a causa de los mismos padres.

"Mientras menos sepan de ti, mejor te ira en esta vida" las palabras de su madre habían calado en su interior y por más que le costaba tenía razón.

Bajo el silencio de sus labios y el negro de su cabello, Lauren Michelle Jáuregui Morgado vivía. Ella había nacido con una deformidad genital que para muchos era una aberración, una muy mala que podía llevarte a la misma muerte.

Sus hermanos, Taylor y Christopher siempre estaban a su lado, mientras menos miraran a su hermana. Para muchos al igual que la señorita Camila les parecía algo sumamente difícil de mirar a una jovencita con pantalones y no con las faldas comunes.

-Trabaja conmigo- era la misma frase que repetía el padre Jáuregui. Algo muy común que usaba el hombre Cabello.

Lo que nadie sabía y nunca sabrá es el amor que las dos señorita compartían.

-Camila- la voz de mi madre hacia presencia cuando estaba comiendo la sopa de verduras que había preparado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Camila- la voz de mi madre hacia presencia cuando estaba comiendo la sopa de verduras que había preparado.

-Dígame, Madre- alzo su rostro y el manchado de barro estaba en su frente.

Un amor a la antigua (Camren Doble G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora