Capítulo 10

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Camila

-¿Crees que deberíamos ir?- le pregunto a Lauren que esta ordenando la leña en uno de los lugares del granero.

-No lo sé, pero quizás ellas nos puedan ayudar aquí- se encoge de hombros restándole importancia.

-¿Y si no? Hemos huido en busca de una felicidad ¿Y si la volvemos a perder?- le vuelvo a preguntar un poco temerosa de lo que puede pasar. La veo acercarse y tomarme de las mejillas y dejar un beso suave en mis labios

-Haremos que todo funcione, si no lo hace, podremos resolverlo estando juntas ¿Si?- sus palabras son suaves y la apretó más a mí.

-Está bien- le digo en un murmuro mientras la abrazo.

En un breve momento comenzamos a ordenar todo para llevar unos cuantos peces para ellas como le habíamos prometido –Creo que debemos ponernos también a cortar todo esto, la temporada está casi por empezar y si es así, podemos empezar con el trigo- ella asiente con una sonrisa.

-Todo un hecho— Asiento a sus palabras —Mañana podemos ponernos a esto y distribuir el terreno que también es necesario- asiento de nuevo –Mientras más sembremos mejor, tendremos la oportunidad de ganar más dinero y así ir comprando e invirtiendo-

-Sí, mañana será el día de eso.

Ordenamos todo como podemos y salimos de la casa hasta llegar al sitio de encuentro, cuando estamos llegando vemos a las mismas mujeres y esta agita sus manos para que nos acerquemos. Asiento hacia Lauren y seguimos caminando.

-Aquí están ¡Vamos!- dice Lucia y la seguimos mientras se ponen a un costado de nosotras. Tomo un poco una parte del bolsillo de Lauren con algo de miedo mientras ella toca sutilmente mis dedos.



Lauren

Siento la mano de Camila rozar suavemente la mía y yo hago lo mismo, es como nuestra propia forma de saber que estamos una al lado de la otra en todo momento.

-Por aquí- entramos a un pequeño lugar y luego salimos a un espacio más grande en donde hay algunas casas.

Me giro a mirar a Camila y está soltando un suspiro ahora metiendo sus manos en sus bolsillo, ladeo mi cabeza y le guiño un ojo causando que ella riera.

-¿Y de dónde vienen ustedes?- nos preguntan ellas cuando ya estamos por entrar en una de las casas.

-De otro lugar, por allí- dice Camila robándome las palabras de mi boca.

-No hablas mucho ¿Verdad?- ella gira su rostro y se encoge de hombros. Sé que Camila es una mujer de pocas palabras, pero creo que eso se debe a todo lo que ha vivido en su casa, quizás se deba a que siempre se tuvo que mantener en silencio y bajo la guardia por el pueblo.

A diferencia de mí que tenía dos hermanos grandes, ella solo tenía una hermana pequeña. Quizás todo este tiempo ella se sintió sola y ahora que estoy con ella pueda sentirse un poco más libre de hablar.

Normani abre la puerta y escuchamos a otras personas hablar. Trago hondo pensando que quizás fue una muy mala idea venir a este lugar, hasta que llegamos a la cocina.

-Ellas son Camila y Lauren- nos presentan, ambas asentimos.

-Un placer- dice Camila quedándose un poco más cerca de mí.

-Un placer conocerlos- asiento alzando un poco mi sombrero mientras le paso la cantara con los peces –Para ustedes- les digo y ellas sonríen.

-Habitualmente somos muy torpes para pescar, muchas personas dicen que esas son habilidades para solamente chicos, y a veces creo que es verdad- dice un chico, eso me parece curioso.

-¿Y tú?- suelta Camila diciendo exactamente lo que estoy pensando.

-Mi nombre es Harry, pero no soy muy dado al trabajo masculino, aunque no quiere decir que no lo haga- se encoge de hombros ocupándose de la cocina.

-Yo soy Verónica- se presenta una de las tantas chicas alzando su mano –Ella es Dinah- apunta a una rubia con un rollo creado con su propio cabello.

-Un placer- dice ella mientras esta pelando unas papas.

-Aún faltan dos de nosotros, pero cuando ellos lleguen tendrán su oportunidad de conocerlos- responde Harry girándose -¿Se quedan a comer?- nos preguntan y no sabemos que responder.

-¡Ehm! No lo sé- respondo un poco insegura y ellas nos ofrecen unos asientos.

-¿Nos pueden contar su historia? solo si lo desean- yo me quedo en silencio y Camila a mi lado –No estamos todos aquí porque fuimos queridos, todos tenemos historias bastante tristes, así que si ustedes están viviendo en un lugar alejado y solas es por algo ¿No es así?- vuelve a decir el sentándose a un costado.

-Verán, algunos de nosotros fuimos rechazados- dice Lucia mientras posa sus manos en los hombros de verónica apretándolos un poco, está la toma una de sus manos y deja un beso. Camila me mira y luego vuelve a mirarlas.

-Siempre me tuve que mantener en silencio- dice Camila con total calma causando que Normani y Lucia sonrían –Era lo que debía hacer constantemente- sonrió de lado y creo que eso no pasó desapercibido por los chicos sentados.

-Podemos preparar la comida ¿Qué saben hacer ustedes?- pregunta Harry.

-Camila sabe hacer pan- digo de repente causando que Camila me mirara entrecerrando sus ojos con un poco de enojo, yo me gire por inercia alejándome un poco, baje mi sombrero y tape parte de mi rostro. Los chicos rieron.

-¡Eso es una maravilla!- salta el chico y junto a Lucia la toman del brazo y la hacen ir a una de las mesitas que tenían con los ingredientes. Su mirada estaba acuchillándome cuando la estaban llevando, aun así la vi ir con calma a lavarse las manos para comenzar a cocinar.

-Como ustedes ya han comido pescado le haremos carne, y nosotros comeremos pescado ¿Les parece?- asiento un despreocupada, no es algo que me moleste mucho. Tampoco soy de gustos extravagantes, se debe comer lo que se tiene y punto.

Mi mirada se queda fija en Camila y en la forma suave que está integrando los ingredientes, ella no alza su vista sino que está en silencio haciendo su trabajo, ladeo una sonrisa tonta porque es tan tierna como hace todo con total calma.

Cuando veo que los chicos comienzan hacer otras cosas en la cocina y Dinah sale un momento junto a Verónica y Lucia, decido que es momento de levantarme.

-¿Cómo vas con eso?- le pregunto pasando una mano por su cintura logrando que parte del costado de su cuerpo se recueste en el mío. Parase una acción cotidiana.

-Es sencillo, tengo que dejar que crezca un poco- ella susurra y yo dejo un beso en su mejilla, acaricio un poco su costado mientras ella guarda la masa lista en una de las pequeñas cantaras para dejarla reposar.

-¿Ustedes están juntas verdad?- nos pregunta el chico con total naturalidad. Ambos nos giramos un poco rapido y asentimos con las mejillas rojas -¿Por eso escaparon?- Camila seguía mirando al suelo con vergüenza mientras se frotaba una de sus manos con la otra.

-Si- digo con firmeza mientras él se acercó.

-No somos mucho, pero nosotros somos familia y si ustedes desean, pueden formar parte de ella- pasa una mano suave por cada una de nuestras mejillas y se aleja. –Siempre hay espacio en la mesa para una persona, en este caso para dos- llevo mi mano a la espalda de Camila y la acaricio.

Quizás pueda mejorar un poco todo nuestro alrededor, quizás pueda.




*Espero les guste y disculpen sus errores*

Un amor a la antigua (Camren Doble G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora