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Varias risas y música se escuchaban en una casa grande cerca de las dos de la madrugada, en ella estaban los asiáticos invitados a una gran fiesta, en ella se realizaba un juego de verdad o reto, los típicos juegos tontos de fiestas entre adolescentes y adultos jóvenes. El surcoreano con una copa de ponche en su mano gira la botella, los demás estaban ansiosos de a quien le tocaba a quien.

La punta de la botella apuntó a Indonesia; y la base al surcoreano, Sur sonrió dejando la copa de ponche a un lado y juntó sus manos torpemente pues estaba algo ebrio, al igual que todos los demás, miró al indonesio con una sonrisa malvada.

── Indonesia... ¿verdad o reto? ── preguntó mientras el contrario bebía más ponche, era un pequeño momento de tensión.

── He... ¿por quien me crees? Es-Escojo reto.

Pobre tonto; Sur estaba pensando en qué y en su ebriedad sonrió.

── te... te reto ser no-novio de la co-corea comunista por... eh...── pensó un poco tomando algo de su ponche ── un mes y medio.

El indonesio al procesar las palabras del surcoreano rió fuertemente al igual que los otros ¿sólo eso? Sería muy fácil hacerlo

── ¡Ha, demonios Sur! Esto es verdad o reto, no verdad o castigo eterno ── se burló, apoyado por el filipino y el malayo, el trío divertido de Asia ── Pero... ¡hecho! Aunque... qui-quiero una recompensa.

── Hecho... Te daré dinero.

──Hecho ── sonríe tomando algo de ponche, iniciaba en la próxima reunión, sería bastante divertido y de paso molestar al menor y... jugar algo con él, hace mucho no tenía "parejas".

Otra reunión se presentaba en donde el norcoreano estaba sentado dibujando con una leve sonrisa; el chino no le prestaba atención mientras Sur le dio una señal al Indonesio para que se acerque

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Otra reunión se presentaba en donde el norcoreano estaba sentado dibujando con una leve sonrisa; el chino no le prestaba atención mientras Sur le dio una señal al Indonesio para que se acerque. Indonesia asintió y se acercó al menor cuando anunciaron el tiempo de descanso, cuando el indonesio le tocó el hombro a Corea del Norte tuvo cara de asco y enojo.

── Oye... Norte... ── dijo cuando no había nadie en la sala más que ellos, el menor se sobresaltó porque alguien lo llamase que no se ONU o China, al ver quien era se sonrojó levemente.

Hace tiempo el menor sentía algo por el indonesio, no comprendía que era pero se sentía bien para él; un calor en su pecho y en sus mejillas que se ponían de color rojo pálido, no importase cuando, siempre que lo veía tenía esa atracción.

── ¿pa... pasa algo...? ── habló tembloroso mirándolo fijamente, su corazón iba a estallar, Indonesia suspiró al ver al menor, al menos así sería más divertido; Norte comenzó a jugar con sus lápices de colores en un bago intento de calmar sus nervios.

── quisiera... Invitarte a comer esta tarde... ¿qué dices?

¿Este era un sueño? Porque Norte no quería despertar nunca más, la persona que le gusta lo invita a una cita, se pone demasiado nervioso y rojo y acepta de inmediato, Indonesia piensa que al menos será fácil que el menor sea su pareja para después dejarlo.

── Perfecto... Amm... saldremos después de irnos de esta reunión porqué no tienes teléfono ── con eso se dirigió a los demás asiáticos los cuales esperaban respuesta de lo que hizo, sonrió confiado contándoles ── lamentablemente tengo que ver su cara tonta en la tarde, pero todo valdrá por el dinero.

Sur sonríe y asiente, que buen reto le colocó a su amigo; ahora debía esperar.

Take Me To Hell [Corea del Norte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora