Capítulo 21: Salvar o matar

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En el interior de un largo pasillo construido con piedras irregulares que provocaban algunos bifurcaciones, se podían oír tanto los chillidos aterradores de los monstruos como así también los gritos desesperados de los humanos que resonaban en la cueva.

"¡Te dije que era una mala idea dejar que esparcieran sus feromonas!" El grito furioso y algo agotado de un hombre de mediana edad entró en los oídos de los que le seguían de cerca. No tuvieron tiempo de prestar atención a los ruidosos sonidos de pasos que perseguían sus traseros más que poner toda la energía que tenían en sus piernas.

Los otros aventureros; que se trataba de un grupo de dos mujeres y tres hombres, volvieron sus rostros sudorosos y pálidos a un lado, pues por culpa de algunos de ellos, resultaron en la situación actual.

"¡¿Por qué no decís nada?! ¡¿El perro os ha comido la lengua?!"

"I-"

"¡Cállate, no quiero escuchar tus lamentables disculpas!"

*Kiriri *Kiriri

Acomodados a las espaldas de los aventureros, se revelaron varios monstruos con forma de hormigas gigantes; eran monstruos de color rojo que corrían con cuatro patas y dos brazos. Las mandíbulas que estaban conectadas cerca de sus bocas producían fuertes crujidos que hacían que los corazones de los aventureros cayeran en la desesperación.

Una de las principales características de estas hormigas eran las feromonas que podían producir y esparcir en el ambiente para atraer a sus parejas cuando estaban en apuros.

Esto dio lugar a la codicia de los aventureros.

Muchos tenían en mente el pensamiento de "Farmeo rápido y fácil" cuando se enfrentaban a las "Killer ants" porque creían que cuando los monstruos utilizaban la feromona para atraer a sus compañeros, podían derrotarlos y extraer más piedras mágicas.

De ese modo, los núcleos mágicos, así como las ganancias que generarían por día, aumentarían.

Una ganancia fácil.

Sin embargo, ese era, sin duda, uno de los peores errores que podían cometer los aventureros al enfrentarse a las hormigas, que por algo eran conocidas como el "Asesino de aventureros novatos".

Los ojos del hombre de delante, que parecía ser el líder del equipo, captaron una silueta que doblaba la esquina. Una expresión de alivio apareció en su rostro.

"¡Oigan! ¡Hay alguien delante! Aprovechémoslo para escapar".

Cuando los aventureros fijaron sus miradas en la silueta humanoide en la distancia, se sintieron aliviados, mientras que el resto sentía amargura en sus corazones.

Habían tenido la intención de dejar al monstruo detrás de ellos al aventurero que tenían delante. Fue una decisión cruel pero necesaria para sobrevivir.

"Esto, capitán. No creo que debamos hacer... eso-".

Con la voz quebrada por el cansancio y empujando sus pies hacia adelante, la mujer dio su opinión; sin embargo, la voz profunda y furiosa del hombre que estaba a su lado la interrumpió.

"¡Káren! No es momento de pensar en tonterías. La situación actual es demasiado crítica como para pensar en el inútil trasero de otra persona!".

"Pero...".

"Nada de 'peros'. Recuerda nuestra promesa".

Si bien era cierto que utilizar a otros aventureros como cebo para los monstruos que les perseguían en un principio era algo habitual dentro de la mazmorra, también era cierto que había aventureros de buen corazón que preferían evitar caer en decisiones tan repugnantes que pesaban sobre la conciencia.

Deidad Dorada: Slime en el Multiverso [Danmachi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora