Deidad Dorada: Slime en el Multiverso [Danmachi]

Capítulo 22: Erradicar los insectos

Asintiendo por el trabajo bien hecho, me limpié las manos y comencé a caminar hacia el enjambre de hormigas que se ocupaba del hombre.

¿Era realmente tan difícil lidiar con decenas de hormigas a la vez?

Era algo que no sabía hasta ahora. Pero, tal vez ese momento llegaría cuando me encontrara con monstruos más allá de mi nivel, lo que aparentemente estaba ocurriendo con estos aventureros novatos.

*Kiriri! *Kiriri!

Produciendo extraños chillidos por la boca, las patas de los insectos chirriaban por el suelo y las paredes. Mientras con sus antenas decorando sus cabezas, se movían y captaban el sonido de mis pasos.

*Kiriri!

El chirrido me inundó cuando las hormigas se lanzaron hacia mí. Parecía una avalancha de insectos... aunque ciertamente lo eran...

Levanté la mano y apunté con el dedo hacia delante como si fuera una pistola.

"Bala dorada". Una sonrisa brotó de mis labios cuando la punta de mi dedo índice se iluminó.

Con chispas que emitían una brillante y potente luz dorada, la corriente eléctrica se condensó en la punta de mi dedo en una bola del tamaño de una manzana.

"¡Fuego!"

*¡Swoshh!

Mientras me reía al lograr replicar una técnica similar a la de uno de los animes que vi, la bala hecha de rayos dorados escapó de mis dedos, trazando una trayectoria dorada con rayos crepitando a su paso.

"¡Jajaja, siempre quise hacer algo parecido!"

Los enormes ojos de las hormigas se encogieron cuando la iluminación dorada se vertió en ellos.

Cuando la bala se acercó, las sombras de las hormigas se proyectaron en el techo y las paredes de la mazmorra antes de que la iluminación consumiera sus figuras.

Al atravesar el exoesqueleto de la primera hormiga, la bala dejó un agujero quemado del tamaño de una pelota de baloncesto. Sin detenerse, la trayectoria de la bala continuó su camino y perforó al siguiente monstruo detrás de ella.

"¡U-ugh! ¿¡Qué está pasando!?"

Escuché el miserable grito del hombre en medio del caos. Pero no le presté atención y volví a apuntar con el dedo a la pared derecha.

"¡Fuego!"

¿Quién no estaría extasiado de poder experimentar algo tan único como lanzar balas desde la punta de los dedos? Yo por mi parte, en ese momento en el que estaba masacrando hormigas, me sentía como si estuviera en el cuerpo de un personaje de anime.

Levanté la otra mano y apunté al otro grupo de hormigas mientras comenzaba a rociar balas doradas sobre ellas.

Los rastros de energía dorada dieron paso a una cueva iluminada como si fuera el amanecer.

Exoesqueletos, carne, sangre, el poder del rayo barría todo a su paso sin dejar un espacio libre entre los monstruos.

Entonces detuve mis actividades de bombardeo de rayos y me quedé en silencio para verificar el resultado.

*¡Crack!

Sonaron fuertes ecos sonoros. El violento viento producido por los choques empujaba y esparcía por todas partes las piedras destrozadas de la cueva junto con las cortinas de polvo que bailaban como si de ondas de choque se tratara.

"La magia produce una sensación tan magnífica".

Admirando mi obra de arte, no pude captar ningún otro ruido más que el de las paredes al ser perforadas y los silbidos retumbantes de los vientos.