Orientación Sexual [Deavy]. ©

Prólogo.

— Bien, ¿de qué querías hablar, Heavy?  — preguntó finalmente el hermano mayor, al mismo tiempo en que de su bolsillo sacaba un cigarrillo, como ahora hacía frecuentemente desde que le agarró el gustillo al vicio y lo encendió. Al instante, el hermano pelirrojo arrugó su expresión y tapó su nariz con su mano.

— ¿Podrías primero apagar esa cosa? — Preguntó el de ojos verdes, frunciendo su ceño. Aquél olor era molesto y su hermano lo sabía (claramente no hacía nada por ello, quizás por molestarlo o simplemente rebeldía) — Eso es dañino.

Dee fijó su mirada aburrida en su hermano menor, y luego de inhalar algo de colilla de cigarro, lo escupió en el rostro del chico, riéndose luego ante la expresión de este.

— Te recuerdo que estamos en mi habitación y no tienes poder acá.

Heavy maldijo mentalmente ante la afirmación de su hermano. Equivocado no estaba, así que obviando el tema del cigarrillo, simplemente decidió proseguir a lo que realmente era la causa de su visita.

— Oye, normalmente no suelo hablar de estas cosas con nadie, así que...—Comenzó suavemente en un murmullo el pelirrojo y comenzó a su vez a jugar con sus dedos de forma ansiosa. Realmente no sabía cómo debía expresar aquello y la expresión de su hermano no era de mucha ayuda (una completa mirada de confusión o rareza) — ¡A lo que quiero llegar es que...! Últimamente he notado algo extraño en mí y creí que...Tú podrías saber algo de eso.

— ¿A qué te refieres con extraño? — Claramente Dee no estaba entendiendo ni la mitad de las palabras de su hermano menor, así que no fue de extrañar cuando frunció su ceño en completa confusión. Si Heavy no dejaba de balbucear jamás podría ayudarlo.

— Es que...He estado notado que no me gustan las chicas, Dee — Confesó finalmente el hermano de cabellos rojos, sintiendo cómo la vergüenza comenzaba a apoderarse de sus mejillas, tiñéndolas de un rosa intenso.

La mirada del hermano de ojos azules se fijó en la ajena, buscando alguna especie de chiste o burla en sus palabras. Pero no encontró absolutamente nada, lo que le dio a entender que aquello era completamente cierto.

Finalmente después de un largo silencio, suspiró.

— Existen muchas orientaciones sexuales, Heavy y normalmente a tu edad ni siquiera tienes el poder de afirmar una ya que aún no estás preparado mentalmente en cuanto a madurez. — Explicó pacientemente Dee, mientras apagaba su cigarrillo a un lado de su cama, en un pequeño platillo metálico, especial para ello.

— ¿Preparado mentalmente? Pero, estoy seguro de lo que digo, Dee — Replicó rápidamente Heavy, frunciendo el ceño él esta vez.

— Crees que estás seguro, pero no lo estás, heavy. Dime, ¿has tenido alguna experiencia? — Preguntó firmemente el mayor, cruzando sus brazos ante su hermano menor.

— ¿Experiencia? Hum, no tengo por qué decir eso — Bufó rápidamente heavy, aunque, en realidad era la vergüenza de admitir que jamás había tenido una "experiencia".

— Bien, supongo que en ese caso no podré ayudarte. Gracias por hablar conmigo, Heavy, la puerta está por allá — Habló de forma neutral y simplemente se recostó de la cama y tomó un libro cualquiera de por allí, comenzando a leerlo desde donde lo había dejado.

Heavy ante las palabras de su hermano, simplemente mordió su labio con fuerza y a su vez apretó sus puños en sus manos.

— De acuerdo, lo admito, no tengo ningún tipo de experiencia. — Mencionó finalmente el pelirrojo, con su mirada fija en su hermano, a pesar de que la mirada de este se encontrara completamente sumida en el libro.

— En ese caso, primero ten una y después podrás confirmar lo que acabas de decirme. — Respondió Dee, sin ánimos de levantar la vista.

Heavy escuchó las palabras de su hermano, pero...¿Cómo haría eso? Es decir, no conocía a alguien con quien pudiera "experimentar" y tampoco hablaría con cualquier persona al azar. Debía tenerle mucha confianza a alguien para hacer eso, alguien como...

— Entonces ayúdame. — Mencionó finalmente el menor.

— No buscaré a alguien por tí, Heavy, hazlo tú solo — resopló el rubio.

— No me refería a que buscaras a alguien, dije que TÚ me ayudaras.

Dee finalmente levantó su vista del libro y miró a su hermano menor, con los ojos abiertos como platos.

— ¿Qué?

— Dije que me ayudarás a descubrir mi orientación sexual.