Cap. 2

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Las horas del día pasaban lentamente, los rayos de sol naranja comenzaban a ser más intensos, al punto de llegar a ser un tanto tanto molestos, al ser completamente brillantes, junto a un cielo oscurecido.

Heavy había abandonado su hogar hace horas, al mismo tiempo en que Victoria y Glam de igual forma habían tomado sus propios caminos, los cuales realmente a Dee no le interesaban en lo absoluto. Su cabeza estaba completamente centrada en pensar qué demonios estaría haciendo su hermano menor.

Miró su teléfono a su lado unas cuantas veces, de reojo. Pensaba mucho en el hecho de mensajear a Heavy o a la misma Lif, pero, eso claramente dejaría una muy mala impresión de su persona y era lo que menos deseaba. Ni siquiera tenía idea de en dónde podrían estar esos dos, Heavy ni siquiera se molestó en comentarle a dónde iría exactamente.

Un suspiro pesado escapó de sus labios y entonces decidió tomar su laptop a un lado, para utilizar el Internet. Decidió colocar algunos vídeos de diferentes páginas, en su mayoría informativos. Quizás recolectar algo de información lograría que pudiera distraer su mente.

Pero no, no logró concentrarse en lo absoluto.

Maldijo en todos los idiomas que sabía y dejó su laptop a un lado. Solamente pudo estrujar su entrecejo con su dedo índice y pulgar, intentando reprimir la idea de pensamientos que pudieran hacerlo sentir peor.

Tales como: "¿Qué tal si a Lif le gusta Heavy?"

Sin embargo, sus pensamientos se esfumaron por completo cuando escuchó la puerta de la casa ser abierta. Rápidamente se sentó en su cama y tomó un libro al azar, fingiendo estar sumido en una lectura muy interesante.

Fué entonces cuando escuchó la puerta de la habitación de Heavy ser abierta y nuevamente cerrada, dando a entender que el pelirrojo había llegado a casa. Revisó la hora, marcando exactamente las cuatro y quince minutos.

¿No dijo que llegaría tarde? Es decir, era mejor para él, menos tiempo para heavy de estar con su chica.

Y nuevamente fué interrumpido de sus pensamientos cuando como de costumbre, heavy entró a su habitación sin primero tocar la puerta. Claramente, el libro que por un momento había hecho a un lado, volvió a tomarlo. Debía demostrar que había tenido su mente muy ocupada en todo ese rato que había pasado.

— ¿Dee? ¿En dónde están mamá y papá? — preguntó rápidamente el pelirrojo, mientras terminaba de colocarse la polera negra que utilizaba mayormente para permanecer en casa.

— Heavy, ¿hasta cuando voy a repetirlo? Entraste sin... -

— Sí, entré sin tocar, lo siento. ¿En dónde están?

— ¿Por qué tanto interés en saber su paradero? — Preguntó Dee, entrecerrando levemente sus ojos.

— ¿Tiene algo de malo que me interese saber de mis padres? — atacó esta vez el menor de los hermanos, apoyándose del marco de la puerta.

Dee chasqueó la lengua de forma sonora.

— No lo sé, estoy ocupado. Deja de molestar — murmuró entre dientes el de cabellos rubios, volviendo a centrar su mirada en aquél libro.

— Por supuesto que no lo estás.

— ¿No ves que estoy leyendo, Heavy?

— No estás leyendo.

— ¿Y tú qué base tienes para decir eso?

— No soy experto en libros, pero creo que esa portada está al revés, a menos de que seas una especie de Dios que puede leer libros en reversa. — explicó de forma aburrida el pelirrojo, con su mirada fija en su hermano mayor.

Orientación Sexual [Deavy]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora