Cap. 1

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No tenía la menor idea de con qué intención se había metido en aquella situación. Quizás por evitar que el idiota de su hermano comenzara a llorar, pero, ¿qué ganaba él de todo esto? Absolutamente nada, interrupciones a su tiempo sagrado, quizás.

Aunque, era mucho mejor que lo que él había pensado. Es decir, su mente le jugó muy sucio y quizás imaginó otras formas de ayudar a su hermano.

Quedó en completo ridículo.

— ¿Qué tiene de malo? — Preguntó Heavy, alzando una ceja en confusión. Hacía ya unos segundos que Dee tenía la misma expresión perpleja y Heavy simplemente pensó que había dicho algo malo.

Heavy, eso... Está realmente mal, no puede ser. No puedo ayudarte — Se excusó rápidamente el chico rubio, subiendo el libro hasta sus ojos, evitando la mirada de su hermano menor. Mierda, su expresión debía delatarlo demasiado.

¿Por qué estaría mal? Digo, solamente vas a decirme si sí o si no, no es algo extraño.

Heavy, por un demonios, ¿sabes lo que me estás pidiendo?

Por supuesto, que yo conseguiré a alguien y a partir de mis experiencias tú me confirmarás características.

¿Qué?

Rápidamente Dee bajó el libro de su vista.

¿A eso te referías?

Pues, sí. ¿A qué otra cosa podría referirme?

Mierda.

No, no, nada. — Dee ladeó su mirada, al mismo tiempo en que mordía su labio inferior. La vergüenza lo estaba consumiendo, ¿por un momento había imaginado cosas con su hermano? Maldito enfermo — Y... ¿A quién tienes en mente?

Oh, tenía en mente a Lif.

¡¿Qué?! — ahora la furia estaba apoderada del rostro del mayor.

¿Qué? Ahora mismo es a la que más le tengo confianza. Hemos hablado muy fluidamente, ¿sabes? — sonrió inocentemente el pelirrojo.

Dee rechinó sus dientes.

¿Cómo hablaste con ella?

Oh, días después de llevarla a su casa me pasó su contacto, dijo que le había agradado y hemos hablado de muchas cosas, es alguien bastante genial. — se encogió de hombros, indiferente.

Maldito engendro del mal, lo iba a matar.

Heavy, ya dimos esta conversación por entendida. Sal de aquí. — pidió directamente el hermano mayor, apretando sus puños con fuerza.

Hey, pero ni siquiera me has dicho que sí me ayudarás. Espera un segundo, ¿estás molesto? — sonrió el pelirrojo, pillamente.

¡Sal de aquí, maldito demonio! — gritó finalmente el rubio, lanzándole el libro en la cara al menor. Una forma bastante ofensiva de utilizar un arma tan poderosa.

¡Ay! ¡Ay! Bueno, ya me iré, no tienes que golpearme. — bufó el hermano menor, y entonces se levantó de la cama y se dirigió a la puerta. Casi saliendo, nuevamente se volteó — ¿Te gusta Lif, no es así? — volvió a sonreír — ¡Estás celoso!

¡¡Fuera!!

Y casi que dejando escapar un chillido cuando sintió un zapato caer sobre su espalda, Heavy abandonó la habitación.

Orientación Sexual [Deavy]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora