Cap. 6

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 Entonces, ¿sí limpiaron la casa? — preguntó cierta pelirroja, fijando su mirada retadora en sus dos hijos, quiénes parecían encogidos en su propio puesto mientras eran reprendidos — Porque, yo veo todo exactamente igual.

Heavy se dedicaba a morderse las uñas y Dee fijaba su mirada neutral en su progenitora. Ambos disimulaban lo mejor que podían, pues, aún en ambos adolescentes revoloteaban un millón de emociones ante el suceso anterior.

Dee, quién era el más controlador de ambos hermanos, pudo llevarle la contraria a su madre de forma exitosa, mientras Heavy sólo podía admirar su destreza para manejar la situación con tanta estrategia.

— Mamá, ¿quién dice que debes mover todo de su lugar para haber limpiado?

Victoria parpadeó unas cuantas veces.

— ¡Ni siquiera parece que usaron detergentes! A mí no me huele a absolutamente nada  replicó nuevamente la de ojos verdes, cruzando sus brazos al mismo tiempo.

 Recuerda, mamá, que tomaron su tiempo en regresar de su salida. Claramente, el olor del detergente no permanecería por mucho tiempo y eventualmente se dispersaría al estar la casa ventilada — explicó el mayor de los hermanos entre suspiros pesados. Por supuesto, Victoria no tuvo ningún argumento ante aquello.

Glam se acercó a la pelirroja con una sonrisa y palmeó un poco su hombro.

 Está bien, Vicky, estoy seguro de que los chicos hicieron lo mejor que pudieron — comentó suavemente el padre de la familia y posteriormente se alejó dispuesto a colocar las bolsas con las compras de mercado en el lugar que correspondían.

Victoria en su lugar, bufó y volvió a fruncir su ceño ante sus hijos.

 Bien, espero que pase mi dedo por la mesa y esta esté libre de polvo, ¿eh? — acto seguido de dejar aquello en claro, se marchó detrás de su esposo, dispuesta a ayudarlo.

Y apenas Vicky abandonó la sala, marchándose a la cocina, el aire escapó de los pulmones de Heavy, sonoramente.

 Eso fue asombroso, Dee  elogió el pelirrojo, observando a su hermano mayor con una sonrisa de lado a lado.

Una sonrisa pequeña también invadió a Dee.

Te dije que funcionaría.

 ¡Sí! Mamá lo creyó por completo, no tiene idea de que realmente no limpiamos la casa.

 ¡Ajá!

Ambos adolescentes sintieron sus pelos erizarse ante aquél agudo grito.

 ¿Con que no limpiaron? Lo sabía  sonrió Victoria, de forma malévola y casi satisfecha de haber escuchado aquella confesión Ya que son tan buenos para mentirme, quiero que también sean buenos para organizar todo lo que está en la cocina, su padre necesita ayuda.

La mirada fulminante de Dee fue bastante penetrante sobre Heavy, quien simplemente sonrió de forma nerviosa y se encogió mucho más en su puesto.

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 ¡Ah! Bien, creo que eso es lo último  avisó Heavy, mientras con el dorso de su mano secaba el sudor que bajaba por su frente.

Orientación Sexual [Deavy]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora