Cap. 9

1.5K 140 87
                                    

Narrado desde la perspectiva de Dee.
──────⊹⊱✫⊰⊹──────

Sólamente nos quedaba una posible solución. Y en esta solución, yo debía sacrificarme, sin embargo, confío más la excusa que pueda crear que en lo que Heavy sea capáz de decir.

Así que, sin demasiado tiempo, simplemente miré a mi hermano menor con notable seriedad, y le expliqué rápidamente, antes de que pudiéramos perder mucho más tiempo.

Escúchame, Heavy. Yo voy a bajar para distraer a papá y mamá, y tú vas a correr rápidamente a tu habitación a colocarte cualquier mierda que no sea ese vestido, ¿de acuerdo? — hablé entre murmullos, esperando no ser demasiado evidente, y que mi plan se fuera directo a la mierda.

Heavy simplemente me miró confundido.

¿Cómo les explicarás tu apariencia de recién cogido? — preguntó, sin ningún pudor por delante de sus palabras.

¡Tch! ¡Heavy! — susurré por lo bajo, al mismo tiempo en que tomaba a Heavy por el escote del vestido, amenazador. Si no fuera porque teníamos probabilidades de morir por nuestros padres, yo mismo hubiera asesinado a ese pequeño demonio, por atrevido.

¡Bueno! Tú te las arreglas, ve rápido, necesito cambiarme — replicó el pelirojo, al mismo tiempo en que bruscamente se soltaba del agarre que yo aún mantenía con firmeza. Accidentalmente rasgó un poco el vestido — Mierda...

Casi me daba un infarto allí mismo.

Luego pensamos en cómo cosemos eso, ya me voy, atento a cuando escuches que los distraigo, en ese momento saldrás, no antes, ¿de acuerdo? — expliqué pacientemente.

Heavy asintió rápidamente. Pero, me aseguré de que le quedara muy claro.

No antes, escucha bien. De salir antes te va a ir muy mal, Heavy — dije, frunciendo mi ceño. Sabía lo estúpido que podía llegar a ser mi hermano, así que, no estaba demás repetirle las cosas hasta cinco veces para que no fuera a dejar el cerebro a medio camino e hiciera todo al revés.

Heavy volvió a asentir, esta vez más lentamente, con sus mejillas sonrojadas. Quizás intenté intimidarlo demasiado.

En fin, dejando de lado ese tema, fuí directamente a abrir la puerta del baño y salir de allí, mientras intentaba peinar un poco mi cabello y secar el sudor de mi rostro. Mis mejillas seguían levemente sonrojadas, pero, podía excusarme de haber estado haciendo algún oficio pesado.

Cuando llegué al salón, en donde permanecían mis padres, ambos fijaron su mirada en mí, analizándome de arriba a abajo. Mierda.

¿Y a tí qué te sucedió? — preguntó mi madre, alzando una ceja y cruzando sus brazos, mientras al mismo tiempo sacudía un poco de colilla de un cigarrillo.

Inmediatamente tragué saliva, y entonces carraspeé para acomodar mi postura, completamente recta. Mi padre en su lugar alzó las cejas, igual de confundido que mi madre.

— En realidad... Es vergonzoso decir esto, pero... — comencé murmurando nervioso, cosa a lo que mis padres rápidamente cambiaron su expresión por una que arrugaba sus entrecejos, sospechando de qué demonios pudiera decir. No es que desee exagerar, pero aveces sus miradas (especialmente la de mi padre) te hacían pensar que ya sabían absolutamente todo.

— ¿Y bien? ¿Qué sucedió? — animó mi padre a que terminara de hablar, mientras cruzaba sus brazos. Debo admitir, por un momento mis piernas flaquearon.

Orientación Sexual [Deavy]. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora