Consecuencias

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―¿Insinúas que podéis usar la Legeremancia? Está prohibido en un alumno de sexto curso utilizar un hechizo semejante ―Dijo mirándoles con rencor.

―No usamos nada, profesor ―Murmuró Hermione ―Nada de varitas, nada de hechizos... solamente sucede.

Cuando Draco sintió la mirada de Snape sobre él, asintió con celeridad.

Él miró a sus dos alumnos con rostro inescrutable y después se giró haciendo que su túnica ondulara tras él.

―Maldito Longbottom ―masculló recogiendo los papeles de su mesa y con un pequeño frasco recogió los restos de la poción que había destrozado Neville, escribió en un pergamino y les hizo una seña ―Venid conmigo.

Salió a grandes zancadas del aula y paró a un alumno de Ravenclaw que pasaba por allí.

―Lleva esto a la profesora MacGonagall. Rápido –Añadió al ver que el chico parecía quedarse petrificado al verse observado por Snape ―Seguidme ―Dijo de nuevo cuando el muchacho desapareció de la vista.

El profesor no volvió a mirar atrás hasta que la escalera de caracol, que ascendía hasta el despacho de Albus Dumbledore les dejó frente a la puerta.

―Ya sabes que hacer ―Le dijo a Malfoy en un susurro que solo él pudo oír.

Oh sí, claro que sabía lo que era la Oclumancia y su querida tía se había asegurado de que fuera bueno en ella, pero ¿Qué parte de que ella estaba en su cabeza no había entendido ese idiota?

Sí, mira sin que sirva de precedente, coincido contigo en eso, Malfoy, es un idiota.

Sal de mi cabeza, Granger.

Tú estás en la mía, hurón

Ambos se miraron con odio contenido y la puerta se abrió.

Me pregunto para que necesitas tú saber Oclumancia

Por nada que te importe a ti, sangre sucia entrometida ¿Sabes lo que les pasa a los impuros que meten las narices en asuntos ajenos?

―Si me vuelves a insultar te meteré la varita...

―¡Señorita Granger! ―Dijo Snape mirándola con los ojos entrecerrados

―Tranquilo, Severus ―Dumbledore les observaba por encima de sus gafas de media luna ―¿Qué ha ocurrido?

―Si no me equivoco ―Respondió Snape sin apartar la vista del director ―El señor Longbottom derramó, si no me equivoco, poción agudizadora de ingenio sobre ellos ―Hizo un sonido desagradable antes de continuar ―Y, o mucho a mejorado durante este curso, o la poción podría ser cualquier variante de la misma.

Dumbledore alzó las cejas mirando al profesor.

―¿Estás seguro, Severus?

Por toda respuesta él le mostró los restos que había rescatado de la poción y se los dio.

―No es suficiente para comprobar...

―No, no lo es ―Le contempló de tal forma que a Hermione le dio la sensación de que él también podía leer el pensamiento al director. Absurdo.

Claro que es absurdo, masculló Malfoy mirándola de reojo.

¿Puedes darme un poco de intimidad?

Obviamente, no

Su tono de voz fue, incluso mentalmente, tan parecido al de Snape que la muchacha se estremeció.

El color de la sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora