13 de Febrero del 2015.
Para Barret...
Han pasado varios días desde mi última carta.
Pero es que estaba terriblemente confundida.
Una parte de mi aún no te ha dejado ir Reynols pero la otra te aborrece por ser un completo asno.
¿Se lee muy contradictorio no? Pero si pones en una balanza casi medio año de tú siendo un completo imbécil contra tú siendo mi mejor amigo durante 14 años...
La cosa se ponía difícil.
"Ponía" Reynols porque en ese vórtice de confusión al que pare a dar me sacaste tú cuando te encontré bajo las gradas del gimnasio follandote a Penélope.
¿Cómo fui tan estúpida al torturarme durante días pensandote?
¿Cómo temí tanto a terminar destruyéndome por seguir teniendo fe en ti?
¿Cómo mierda pasó aunque sea una milésima de segundo la idea de perdonarte y empezar de cero?
Pero la imagen de ti entrando y saliendo de Penélope exterminó todas esas ideas.
Cuando se dieron cuenta finalmente que estaba ahí (y sólo porque me acerqué por mi sudadera que había caído bajo las gradas) la muy perra de Reyes me dio una sonrisa de lado y tú saliste rápidamente de ella y agachaste la mirada, me incline a tomar mi sudadera y cuando al fin la tenía en mis manos les dedique mi mejor sonrisa.
"Y yo que creía todos estos años que la tenías más grande. Eres una vergüenza" fue lo que salió de mi boca.
"Suerte para llegar al clímax con esa cosita" dije guiñandole a Penélope que me miraba patirifusa.
Gire sin esperar respuesta.
Es hora que conozcas mi lado canino Reynols.
Porque esta perrita sabe ladrar.
-Kez
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Para Barret...
ContoLas cosas cambian de una manera extremadamente rápida. En secundaria éramos los mejores amigos, inseparables en los momentos de hacer bromas tontas, en criticar a los torpes populares que se inmutaban al ver que un mechón de su cabello estaba fuera...