Capítulo 1

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Y en ese momento sentia nostalgia del presente que acababa. Mientras me dirigía al avión no podía evitar girar la cabeza con la mera esperanza de ver a Austin correr hacia mi cómo si esto fuera una de esas películas romanticonas, pero, eso nunca pasó.

Una vez me senté en el avión no pude evitar ahogarme en un mar de lágrimas mientras Danny me consolaba. Esto era una especie de cliché dado que un año atrás yo lloraba por Danny y Austin me consolaba. Austin... Mi chico perfecto.

*******************

Nada más bajar del avión una oleada de frio me azotó la cara. Empecé a temblar mientras andaba, o mejor dicho, corría al interior del aeropuerto.

Tenía la mirada perdida en algún punto de la calle, en ese momento necesitaba desaparecer. Cogí un cigarro, me lo llevé a la boca y sentí como aun, despues de tanto tiempo, quemaba mi garganta. Cerré los ojos y solté el humo.

Seguí caminando hasta llegar a la universidad, en lo que duró el trayecto me fumé unos tres cigarros más y gracias a dios, Danny no lo intentó evitar.

Entre a la residencia femenina, busqué la habitación 313 y nada más entrar, tiré mis cosas al suelo, saqué el quinto cigarro del día y empecé a fumar.

Por lo visto mi supuesta compañera de habitación no había llegado aun asique por lo menos hoy, estaría tranquila. Me decanté por abrir la ventana aunque hiciera un frío tremendo, me asomé por ella y vi que fácilmente podría llegar al tejado. Agarré una manta, el paquete de cigarrillos y escale hasta sentarme arriba del todo.

Me envolvi en la manta, saqué otro cigarrillo y empecé a buscar el mechero pero lo había olvidado dentro. Bufé y miré el cigarrillo pensando si valía la pena. Había fumado cómo un cosaco toda la noche pero seguia queriendo más.

- Oye chica, ¿buscas un mechero? - Gritó un chico que estaba subido al tejado de la residencia masculina fumando.

- Si eres tan amable.

El chico empezó a correr hasta saltar de su tejado al mio. Se sentó a mi lado revolviendo su cabellera rubia.

- Aquí tienes. - Dijo tendiendome un mechero.

- Muchas gracias.

Encendí el dichoso cigarrillo y sentí un quemazón mayor en la garganta. Gemí y cerré los ojos del dolor.

- ¿Primer cigarro, chica mala?

- Si no recuerdo mal, el séptimo de la noche.

El chico rubio me quitó el cigarro de los labios para terminar de fumarselo él.

- ¿Que coño haces? Ese cigarrillo era mio pedazo de gilipollas.

- Tranquila fiera, ya has fumado bastante por hoy, ¿quieres tener cáncer a los veinte o que?

- ¿Eres mi madre?

- Empiezo a dudar si vas de chica mala o solo eres una suicida deprimida.

Le miré con cara de odio mientras me levantaba y bajaba de nuevo a mi habitación. Entré dejando la ventana abierta para que terminara de salir el humo y de repente entró el chico rubio por ella.

- Lo siento, no te conozco y seguro que tenias tus razones para fumar siete cigarrillos en una noche.

- Oye chaval, eres majo y esas cosas pero quiero estar sola.

- ¿Por qué?

- Porque si, asique fuera.

Y así sin más, salió de mi habitación. Me dejé caer de nuevo sobre la cama y miré por enésima vez mi teléfono. Ni una mísera llamada, ni un puto mensaje. Quería suicidarme en estos momentos. Puede que el chico rubio tuviera razón. Era un suicida deprimida.

****************

Desperté gracias a los incesantes toques de mi puta puerta.

- ¿Quien coño es? Son las ocho y media de la mañana.

- Ali relaja que soy yo. - Rió.

- Que asco me das Danniel.

Me levanté pesadamente de la cama y al abrir la puerta vi a Danny con galletas en la mano. Las agarré y le cerré la puerta para comermelas yo solita cual gorda antisocial .

Pasé el resto de la mañana tirada en la cama hasta que de repente mi puerta se abrio apareciendo por esta un chica rubia con pinta de super modelo.

- Oye emo de mierda, ese es tu lado de habitación y este es el mio ¿vale?

- Por mi no hay problema, tu no te metas en mi vida y yo no me meteré en la tuya.

- Veo que nos entendemos.

Como se podía ser tan insoportable... Dios santo. No se si era que era totalmente envidiable o por qué pero la odiaba.

Se encargó de pintar toda su parte de habitación de rosa mientras yo pintaba la mia de negro. Puse mis posters de Nirvana, Guns 'n roses y AC DC por toda la pared y coloqué mi ropa en el armario.

Cogí mi portátil y empecé a escuchar música, le mandé un mensaje a Danny para que me subiera más comida y así me quedé todo el maldito día. Intenté coger un cigarrillo pero antes de poder encenderlo los gritos de mi compañera pidiéndome que lo apagara me taladraron la cabeza. Al fin cayó la noche, me cambié de ropa para subir cómoda y calentita al tejado mientras Beth, mi compañera, se enfundaba un vestido ceñido para ir a zorrear esta noche por ahí.

Una vez salió por la puerta me escapé por la ventana.

- Llegas tarde novata.

- ¿Novata? - Reí.

- ¿Te pensabas que tenía tu edad? Soy un año mayor que tu.

- Menudo logro. - Reí. - ¿Tienes un cigarrillo abuelo? Me debes uno recuerdas.

- Touché. - Dijo tendiendome uno.

Lo puse entre mis labios y me acerqué a él para que lo encendiera. Aspire el humo y lo solté lentamente mientras él lo aspiraba. Sonreí.

Le tendi el cigarrillo para que fumara el también y al final terminamos compartiendolo.

- Cuéntame sobre ti.- Dije de repente.

- ¿Que quieres saber?

- No se... Lo típico.

- Me llamo Kyle Langdon, tengo 19 años, estudio psicología y trabajo los fines de semana en una discoteca sirviendo copas. Tu turno novata.

- Me llamo Alison Williams, tengo 18 años, estudio ingenieria mecánica y... ¿Soy simpática?

- Lo último es depende de la ocasión. - Rió.

- Muy gracioso loquero.

- ¡Eh! Me haces daño. - Dijo poniendose una mano en el pecho fingiendo indignación. -¿Quieres ver una película?

- No tengo nada mejor que hacer.

Kyle me cogió de la mano mientras corríamos para saltar de un tejado al otro.
Una vez dentro de la habitación de Kyle, él encendió su portátil y pusimos "El arte de pasar de todo." por petición mia ya que es mi película favorita y es preciosa pero el sueño me venció y no pude terminar de verla quedándome dormida en el hombro de Kyle.

Desperté sobre las seis de la mañana y ni por asomo en Minnesota saldría el sol. Estaba aún todo oscuro pero incluso la oscuridad me parecía demasiado clara.

Foto de Kyle en multimedia amores. Se que el primer capítulo no era lo mejor del mundo pero ahora empieza el salseo. Espero que os guste aunque ahora no la haya leído ni cristo yo soy feliz igual, siempre he escrito porque me aburría o simplemente porque me gusta sin esperar nada a cambio así pues, no me importa mucho. Os quiero mucho muchísimo.

❤Bye❤

Good girls are bad girlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora