Parte I

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PRÓLOGO

Todo era culpa de Zayn.

Al menos, eso es lo que Louis sigue repitiéndose mientras empaca maleta tras maleta para dirigirse a Los Ángeles por una cantidad indeterminada de tiempo. Mete el cuarto par de Vans en su maleta, intentando sin éxito cerrar la cremallera mientras Zayn continúa discutiendo por millonésima vez que Louis podría haber dicho que no, que no tenía que estar de acuerdo con esto. Pero Louis niega con la cabeza. No puede echarse atrás, no ahora. Es básicamente un reto en este punto, uno del que no tiene la intención retroceder.

Todavía odia a Zayn por ello, sin embargo.

"Puedes volver a casa fácilmente la primera noche." Ofrece Zayn. "Sólo haz el ridículo. Estoy seguro de que eso no será difícil, lo haces todo el tiempo."

Louis maldice cuando la cremallera se engancha en algo dentro de la maleta. "¿Por qué viajaría a través del país sólo para hacerme ver como un idiota en la televisión nacional y luego volver a casa inmediatamente después? Y gracias por el cumplido. Qué simpático."

"Sólo digo que si es una mierda, puedes inventarte alguna triste historia sobre cómo no puedes estar ahí y que es demasiado duro y que necesitas volver a casa. En el peor de los casos. La gente lo hace todo el tiempo."

"Sí. La gente. Yo no soy la gente."

Zayn rueda los ojos. "Oh cierto, su alteza."

Louis se da la vuelta. "Tú me metiste en este lío. Deberías estar besándome el trasero ahora mismo."

"¡Estaba intentando hacerte un favor!"

"¡¿En qué planeta es inscribirme en El Soltero un puto favor?!"

Zayn suspira. "Me he disculpado, como, mil veces. Solo supuse que te divertirías."

"Sí, bueno. Ahora tengo que hacerlo, ¿verdad?"

Le da una palmadita a Louis en la cabeza. "Ese es el espíritu. Ahora, apresúrate con tus maletas, princesa. Tienes una calabaza que atrapar y tu príncipe azul te espera."

Louis le golpea.


Nueve meses antes, Louis estaba sentado en el sofá, con una bebida en su mano, esperando con entusiasmo que comenzara el estreno de El Soltero. Era un placer culposo, uno en el que se avergonzaba de incursionar, pero después de verlo durante seis temporadas consecutivas, había aceptado el hecho de que las noches de los Lunes consistirían siempre en gritarle a la pantalla de la televisión que el aparente mejor soltero de Estados Unidos escogiera al hombre que consideraba el más perfecto del grupo.

Se acomodó entre los cojines del sofá, golpeando con los dedos el vaso enfriado de su botella de cerveza, y evaluó mentalmente a cada hombre que salía de la limusina para conocer a su potencial futuro esposo, Benjamín.

"No, que se joda este chico, es un ex modelo. Desempleado y cada vez más feo. Seis de diez. Siguiente." Tomó un sorbo de su bebida y puso su otra mano sobre su gato calicó, Finn, y lo escuchó ronronear. "Ben, para. No flirtees con el Sr. Roids. ¿En serio? Es como un cuatro."

Esto continuó por un tiempo, Louis observando atentamente mientras cada concursante era entrevistado y flexionaba sus músculos mientras miraba hacia un campo distante o un horizonte, como si fuera un hecho normal del día a día para ellos. Estaba en medio de burlarse de un abogado de Detroit cuando Zayn lo llamó.

"Zayn, sabes que es mi hora del Soltero. No puedo hablar ahora." Lo regañó Louis cuando descolgó el teléfono.

"Ya lo sé, Jesús perdón. Seré rápido. Tengo una pregunta sobre la reunión que tenemos mañana." 

This Wicked Game | l.s traducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora