Cazadores

El café

Tras el ataque ocurrido años atrás, la familia Lee decidió lo impensable: mantener en secreto el despertar de Félix.Anunciar que un niño de seis años había sometido y ejecutado con su voz de mando a seis lobos adultos, habría provocado un caos en todas las esferas del poder. Así que crearon una historia: la líder Lia  fue quien eliminó a los atacantes, y Felix, el niño "frágil y dulce", había resultado tan gravemente herido que cayó en coma durante una semana.Era cierto... en parte.El mundo creyó la versión oficial. Los líderes de las fuerzas armadas, los lobos aliados y hasta los rebeldes aceptaron que Félix sería retirado "momentáneamente" de la sucesión. Nadie sospechó que, en secreto, aquel niño estaba siendo entrenado como el arma más letal de la familia Lee. 

Creció bajo una imagen de comodidad y mimos, un chico delicado con aroma a miel y rosas —un aroma que no muchos sabían era el de un omega híbrido ocultando su naturaleza con cremas y perfumes. Oficialmente, solo era un entrenador, sin un escuadrón propio como sus primos. Pero la realidad era otra: detrás del telón, Félix lideraba misiones clave, era el estratega, el asesino silencioso... y el verdadero pilar de las fuerzas de los cazadores.Y sin embargo, aún con todo ese poder, era también un chico que reía con facilidad, que amaba profundamente a su familia, que soñaba con protegerlos... y que, como cualquiera, también estaba a punto de conocer al amor. 

En otro rincón de la ciudad, Hyunjin, el futuro líder de la manada Hwang, sorbía su café con la mirada perdida mientras su mejor amigo, Changbin, intentaba hacerlo reaccionar.—Vamos, Hyunjin. Deja de pensar en ese niñito y sal con otras personas —dijo Changbin, rodando los ojos.Hyunjin no respondió de inmediato. Aún le dolía.—Tú no entiendes... —murmuró—. **Jisung fue a quien más amé. No creo poder amar a nadie más. Changbin se cruzó de brazos, frustrado.—¿En serio sigues con eso? Ese idiota te dejó apenas supo que eras un lobo. Ni lo pensó. Salió corriendo como si fueras un monstruo.La mirada de Hyunjin se oscureció, recordando aquella noche. 

El calor, la pasión... y luego, el terror. La marca. Durante su unión con Jisung, su instinto lo traicionó: le mostró sus memorias, su verdadera forma. La bestia. Jisung huyó. Y no volvió.—Es comprensible... —dijo Hyunjin, cabizbajo—. ¿Qué humano no temería a un monstruo?—No eres un monstruo —gruñó Changbin—. Solo fue un cobarde. Y tú mereces alguien que te vea entero.Hyunjin suspiró. Se levantó, ya cansado de repetir el mismo lamento.—Vamos, tengo cosas que hacer.Salieron de la cafetería. Justo cuando Hyunjin empujó la puerta para irse, alguien la abrió desde el otro lado.  El café caliente cayó directo sobre su camisa blanca.—¡Ay, no! ¡Lo siento mucho! —exclamó una voz suave, claramente angustiada.Hyunjin alzó la vista... y el mundo se detuvo.Frente a él, de pie bajo la lluvia fina que empezaba a caer, había un chico de cabello dorado como el sol de primavera. Su piel clara brillaba en la humedad, sus labios en forma de corazón temblaban de preocupación, y en sus mejillas, una constelación de pecas lo hacía parecer irreal... como una pintura viva.Y entonces le llegó el aroma.Rosas. Miel.Un aroma tan dulce y envolvente que su lobo interior rugió, confundido. 

No era un alfa. No era un beta. Era... omega?.—L-Lo siento, de verdad. No vi que salías. Tu camisa... ¡está arruinada! —dijo el chico, mordiéndose el labio.Hyunjin apenas pudo responder. Quería hablar. Quería decir algo ingenioso, algo que lo hiciera sonreír. Pero estaba hipnotizado.—No pasa nada —respondió al fin, con voz ronca—. Solo es café. Nada grave.—¿Nada grave? ¡Te empapé! Déjame recompensarte —insistió el chico—. Tengo que irme ahora a una reunión, pero... —sacó un bolígrafo y una servilleta—. Aquí está mi número. Llámame y te invito otro café... y una camisa nueva, claro. 

 Hyunjin abrió la boca para negarse. Pero entonces el chico lo miró con ojos tristes, como si temiera que le rechazara. Y al ver eso, algo en su pecho se derritió.—Está bien. Lo haré.El chico le regaló entonces la sonrisa más hermosa que Hyunjin había visto en toda su vida. Brillante, sincera, cálida.—¡Genial! Llámame cuando quieras —dijo, y echó a correr bajo la lluvia, perdiéndose entre los autos.Hyunjin se quedó en la puerta, con la camisa empapada y el corazón latiéndole con fuerza. A su lado, Changbin se cruzó de brazos con una sonrisa burlona.—¿"¿No podré amar a nadie más", decías? Hyunjin no respondió. Solo bajó la vista a la servilleta. El nombre escrito con letra delicada: Félix. Y por primera vez en mucho tiempo, sonrió.

Holaaaaaaaaaa, si tiene preguntas pueden escribirlas aquí hay tantos detalles que quiero decir, pero no los quiero aburrir así que si tienen dudas con gusto se las resolveré, espero que puedan disfrutarlo. no se olviden de hacer Stream al SKZ-RECORD Ice Cream de nuestro talentoso Hyunjin