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NO despierta, Martin -dije cuando abrió la puerta-
Quietos -nos dijo-
Necesita ayuda -le dijo Rasmus e ignorando a su hermana y a él la llevó al laboratorio seguida de mi donde nos encerraron-
No te vayas. No te vayas. No te puedes ir -le dije a Bea sin importar morir contagiada al tocarla e ignorando sus preguntas pero que él si contestaba-
Sh... -dijo Rasmus acercando mi cabeza a su pecho para tratar de tranquilizarme- Sh... Tranquila, tranquila, estaremos bien, estaremos bien
Se ha ido... -sollocé abrazándome a él- ¿Por qué no estás muerto? ¿Por qué no te muerto? ¿Qué está pasando? Tengo miedo, Rasmus
Sh... Lo sé, tranquila, sh.... -dijo para luego besar mi cabeza repetidas veces. Seguí llorando por un largo tiempo hasta que los mocos taponaban mi nariz roja y mi cabeza dolía. Así que cerré los ojos, dejando caer las últimas lágrimas, y me apreté más a su abrazo- sh... Te voy a proteger... Estarás bien... Tranquila...
Beatrice... -susurré para luego volver a cerrar lo ojos y verlo todo oscuro-










LYDIA, Lydia -escuché que me llamaban. Abrí los ojos y vi a Simone mirándome- ¿ha donde ha ido?
¿Quién? -murmuré para luego ver que él no estaba- no sé. Estaba junto a él y luego... No sé qué pasó. Voy a buscarlo... Sí, voy a buscarlo...
No, deberías de comer algo. Te desmayaste... Pensábamos que... -empezó Lea a lo que yo asentí lentamente comprendiendo- dejaste de respirar por un momento
Estoy... Bien. Tranquilos, solo quiero encontrarle. Por cierto, ¿Dónde está Patrick? -dije yo. Los tres se miraron para luego volver a mirarme-
Come -repitió Martin para volver a irse hacia otro lado-










LOS demás se iban y volvían una y otra vez.
A veces escuchaba que hablaban de los Desconocidos y de Rasmus pero aún no me dejaban salir. Decían que estaba débil pero yo solo quería encontrarle
Lydia, arriba, nos vamos. Ya tenemos a Rasmus -dijo Simone ayudando a levantarme para luego salir del búnker y caminar hasta llegar a un coche. Sonreí al ver a Rasmus sentado en el coche pero esa sonrisa cada vez era más pequeña al ver su mala cara, fui hacia él y le abracé tratando de ignorar las caras de preocupación de los demás-
Rasmus -sonreí con tristeza-
¿Lydia...? ¿Cómo...? -me preguntó a lo que yo negué con la cabeza-
Yo tampoco lo sé. No entiendo nada de lo que está pasando -le dije para luego sujetar sus mejillas y hacer que me mire- ¿Por qué has hecho esta locura? Me has asustado
Pensé que te habías ido... -murmuró haciendo que le vuelva a abrazar-
Ya estoy aquí. Descubriremos que te está pasando y luego nos iremos, ¿sí? Estaremos bien -le dije para luego besar su mejilla. Una pequeña sonrisa salió de sus labios haciendo que le vuelva a abrazar. Minutos después nos metimos en el coche y nos fuimos-










BUENO, tras entrar a Apollon nos metieron a todos en un búnker menos a los hermanos y también tuvimos la grata sorpresa de encontrar allí a Jean.
Nos hicieron tomarnos unos suplementos raros y dónde me pegué como una larva a Patrick
Ya me han contado que ha pasado... -me dijo mientras estaba acostado y yo sentada en el suelo- sé que Beatrice era una muy buena amiga para ti...
Lo era -asentí-
Pero no comprendo cómo es que tú y Rasmus no están... Infectados -me dijo-
Yo tampoco lo sé. Pero me da mal royo este lugar, prefiero no contar nada de lo mío -dije yo pero los dos nos levantamos cuando una alarma sonó. Nos costó abrir la puerta, hasta que Simone dijo cómo y Martin incendió unas toallas haciendo que no hubiera tanto oxígeno y que las puertas se abrieran. Salí rodando como una salchicha seguida de los demás, me quité el paño de la cara y me levanté para luego empezar a correr junto a los demás pero como siempre algo tenía que salir mal, el padre de los Andersen apareció apunto de disparar a su hijo pero acabando la bala en Martin-
¡PATRICK! -le llamé apurada mientras Simone le quitaba el arma a su padre justo cuando el coche aparecía haciendo que subamos a este-











SH... tranquilo, estamos contigo, no te pasará nada -susurré en el asiento detrás del pecoso para luego besar su cuello hasta llegar a su mejilla saltandome la parte donde estaba la mascarilla- yo tampoco comprendo nada... Pero estaremos bien, ¿sí? Porque estamos juntos...
Sí... -murmuró. Pero, repito, no todo podía salir bien ya que habían más personas en las puertas que nos explicaron que lo que tomamos, menos los hermanos, hacían que muramos si salíamos de allí así que no  teníamos escapatoria... De no ser porque Simone no nos quería dejar atrás y, a pesar de poder irse, nos llevó con ella de vuelta a otro lugar donde aún así tendríamos que escapar. Pero juntos-

Love Grows °Rasmus Andersen°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora