Love Grows °Rasmus Andersen°

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ME sujeté al coche con más fuerza mientras Patrick conducía como un poseso y los demás le gritaban que fuera más rápido mientras los Desconocidos nos perseguían.
El conductor trataba de despistarlos girando y acercándose a los coches deshabitados para intentar que se choquen o frenen. Al principio lo habíamos logrado hasta que más coches y personas armadas frente nosotros hicieron que frenaramos.
Me solté del agarre de uno de ellos bruscamente para luego cruzarme de brazos mientras padre e hija hablaban/discutían. La conversación finalizó cuando una chica disparó al mayor
¿Pero qué...? -murmuré al ver como los dos chicos que sujetaban a Rasmus caían al suelo. Le di un codazo al que tenía al lado para luego empezar a darle puñetazos hasta dejarlo inconsciente-
¡Subid al coche! -gritó Martin aún disparando. Empezamos a correr hacia el coche y giré la cabeza de Rasmus hacia otro lado al verlo asustado viendo los cuerpos retorcerse con dolor en el suelo para luego subirme a su lado mientras la chica que había disparado antes disparaba al coche-
No quiero dejarte -le dije a Martín cuando nos dijo que tendríamos que saltar del coche-
Os encontraré, ¿sí? -me dijo mirándome rápidamente mientras conducía- tres, dos, uno... ¡Venga, venga, venga, venga!
¡Deprisa! -dijo Patrick cuando empezamos a correr en el bosque pero no pude evitar reír. Ni yo sabía porqué pero solo reía mientras corríamos hasta que estábamos medianamente lejos y empezamos a caminar-
¿Se te ha ido la pinza? -se rió Patrick caminando detrás mía mientras Rasmus delante mía y mi mano entrelazada con la de él-
Algo así. Es que estamos locos. Empezamos a correr como posesos y... -dije pero me interrumpí con mi propia risa haciendo que Martin me de un pequeño zape para callarme-
Es uno de los antiguos puestos de control que puso el Ejército -dijo Martin cuando nos quedamos quietos viendo el lugar a unos metros-
Quizás haya suerte y encontremos suministros. Vamos -dijo Patrick para luego empezar a caminar-
¿Estás bien? -le pregunté a Rasmus yendo detrás de él. Asintió con la cabeza haciendo que de un par de saltitos para ir a su lado y agarrar su mano- todo saldrá bien, ¿sí?
Tortolitos, ¿podéis caminar más rápido? -sonrió con diversión Patrick haciendo que le saque la lengua-
Ni le hagas caso -le dije al chico de pecas- ¿Seguro que estás bien?
No siento nada -murmuró mientras entrábamos al lugar y empezábamos a buscar algo útil. Me puse de puntillas y besé su mejilla-
Esto pasará pronto. Vas a estar bien -le dije a lo que él asintió con duda abriendo la puerta hacia una especie de habitación. Al ver a su hermana cerca decidí dejarles hablar solos así que me fui a otro lugar-

EL padre de Simone le ha dado unas coordenadas de cerca de Roskilde, donde quizás haya alguien que ayude a Rasmus -dijo Martin- estamos lejos de Apollon y cerca de la costa sueca. Propongo ir a buscar una embarcación con la que ir a la bahía de K∅ge. De ahí iremos andando a Roskilde. Son 15 o 16 kilómetros
Suena muy lejos y solo tenemos las coordenadas pero no tenemos más opciones -dijo Simone a lo que yo asentí comprendiendo para luego empezar a prepararnos para hacer justamente lo que dijo-

¿PODEMOS parar? Me estoy meando -dijo Jean haciendo que paremos de caminar-
Sí. Date prisa -le dijo Patrick para que luego el ruloso se fuera haciendo que le esperemos-
Te quiero mucho. Lo sabes, ¿verdad? -le dije a Rasmus haciendo que entrelacé más nuestros dedos-
Yo también a ti -me dijo para luego besar mi coronilla-
¡Venid a ver esto! ¡Venid! -nos interrumpió Jean haciendo que vayamos a donde estaba haciendo que veamos un árbol negro y como con huno alrededor-
¿Qué coño es eso? -dijo Simone-
Vamos a evitar eso, ¿no? -dijo Patrick-
Sí. Volvamos al camino -dijo Martin haciendo que así lo hagamos para volver a caminar-

YO estaba en la espalda de Rasmus mientras a ratos besaba su mejilla sacándole una pequeña sonrisa hasta que nos encontramos a dos personas haciendo que ambos nos miren
Buscamos a alguien que pueda ayudarnos -dijo Martin levantando sus manos inocente-
No podemos. No os acerquéis -dijo una chica-
¿No podéis? -preguntó Martin dando un par de pasos-
Quietos ahí. Sí lo tocáis, moriréis -siguió ella para luego empezar a caminar hacia nosotros- escuchad, aquí no podéis estar. La zona está contaminada
¿Contaminada? -dijo confundida Simone mientras yo me bajaba de la espalda de Rasmus. Empezaron a hablar y discutir hasta que el otro chico empezó a quemar las plantas contaminadas haciendo que Rasmus soltara quejidos de dolor mientras sujetaba su barriga y caía al suelo-
Rasmus. Rasmus. ¿Estás bien? Tranquilo. Tranquilo -le dije mientras él seguía removiendose-
Apagad el fuego. ¡Tiene el virus! -dijo Simone-
No podemos -dijo la chica-
Apagad el puto fuego o ayudadnos de una vez -les dije-
Os lo tenéis que llevar de aquí -dijo ella-